Bonito... y aerodinámico
Esta variante estuvo disponible desde el inicio de las ventas del 405 en 1987, junto a los acabados GL, GR y SRi. Obviamente, la atractiva carrocería de Pininfarina albergaba componentes específicos, como unos paragolpes deportivos, un alerón trasero, unos faldones laterales y unas llantas de aleación específicas.
Además de ser un modelo llamativo, también destacaba en el apartado aerodinámico, con un coeficiente Cx de 0,30, de lo mejorcito de la época.
Chasis recalibrado
Lógicamente, los ingenieros de Peugeot trabajaron en el chasis para lograr un tacto más deportivo. De este modo, la suspensión delantera era un 9% más rígida, mientras que en la trasera, ese porcentaje se incrementaba nada menos que hasta el 22%. Asimismo, las barras estabilizadoras ganaban un milímetro de anchura en cada tren.
El resultado fue un coche con una suficiente dosis de confort para largos viajes y un tacto muy neutro en curvas, según los expertos de la época. Como punto negativo, los frenos mostraban algo de fatiga en un uso intenso, a pesar de montar cuatro discos. Por cierto, el ABS formaba parte del equipamiento de serie.
Alrededor de 160 CV
El motor elegido fue un bloque atmosférico de gasolina, con 1,9 litros y alrededor de 160 CV (algunos aseguraban que entregaban 156, otros 158...) a 6.500 rpm. El cambio asociado, de cinco velocidades, ofrecía desarrollos un 8% más cortos, para impedir que la mecánica cayera excesivamente de vueltas.
El bloque de 16 válvulas tenía un límite de giro de 7.200 rpm y estaba colocado en posición transversal, de tal forma que el 405 Mi16 era un tracción delantera. Por cierto, en 1990, apareció el Mi16x4, con dos ejes motrices a través de un diferencial autoblocante Torsen.
Buenas prestaciones
Con el cronómetro en la mano, el 405 Mi16 aceleraba de 0 a 100 km/h en 9,0 segundos, aproximadamente. Además, la aguja del velocímetro podía señalar los 220 km/h.
Un punto muy favorable era su buena autonomía, gracias a un depósito de 70 litros. Los consumos tampoco eran disparatados: 6,5 litros cada 100 kilómetros a 90 km/h, 8,1 a 120 km/h y 11,3 por ciudad.
Volante y asientos específicos
De aspecto sobrio, el habitáculo del 405 Mi16 disponía de algunos elementos especiales, como el volante de tres radios y los asientos con mayores sujeciones laterales.
En la instrumentación, había indicadores de la presión y la temperatura del aceite, bien recibidos en una versión deportiva. El velocímetro indicaba más de 240 km/h. La visibilidad trasera quedaba algo reducida por el alerón y el maletero en posición alta.