Generalmente, una campa de coches abandonados está formada por vehículos viejos o accidentados... excepto en Dubái, que sucede todo lo contrario. Si no me crees, no te pierdas este vídeo en el que se puede observar un cementerio automovilístico con casi 3.500 coches, entre ellos, superdeportivos y limusinas. 

Eso sí, debemos advertirte de que si sufres viendo modelos de ensueño cubiertos de suciedad y en un estado deplorable, no veas la grabación. Te lo aviso porque aparecen varios Ferrari, Lamborghini y Rolls-Royce destinados a un desguace.  

Concretamente, es posible ver un 458 Italia y un 812 Superfast, además de un Huracán, un Audi R8, un Mercedes-Benz Clase G y hasta un Rolls-Royce Ghost calamitosos. Sí, son millones de euros tirados a la basura. Está claro que ningún coche está libre de un posible accidente, sobre todo si no se conduce con cabeza... 

Afortunadamente, en este lote hay algunos vehículos que podrían recuperarse. Nos referimos a un Mercedes-AMG GT de color amarillo o a un Chevrolet Camaro blanco. Con toda probabilidad, estos dos coches se subastarán en próximas fechas. 

¿Qué se hace con el resto? Se les retiran las piezas válidas para revenderlas, como en cualquier otro desguace. Por cierto, no sé si lo sabrás, pero un negocio de este tipo suele generar mucho dinero al propietario...

No te entretengo más. Observa el vídeo y piensa el modelo en el que invertirías para devolverlo a la vida. Es un ejercicio de imaginación bastante interesante, salvo que tengas el dinero por castigo, viajes a Dubái y te hagas con uno de estos vehículos polvorientos.  

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