Siempre es un placer descubrir los entresijos de una división de competición de primer nivel. Toyota Motorsport GmbH nos abrió las puertas para conocer su sede en Colonia, Alemania. Contentos con sus recientes victorias en las dos primeras pruebas, Silverstone y Spa-Francorchamps, del Mundial de Resistencia (WEC) 2017, su objetivo es ahora conseguir el triunfo en las 24 Horas de Le Mans. ¿Se alzarán, al fin, con la victoria?
Desde luego, por esfuerzos, la tienen muy merecida. Más, si cabe, si uno tiene la oportunidad de ver todo el trabajo que implica un proyecto deportivo de esta envergadura. En la actualidad, el equipo japonés del WEC lucha codo con codo frente a Porsche, en una batalla que dura varios años y de la que salieron victoriosos en el año 2014. Esa temporada lograron los títulos de pilotos y constructores.
Al margen de la competición, queremos detallarte cómo es el centro de decisiones y trabajo del conjunto nipón. Contemplar las instalaciones es un lujo en todos los sentidos y permite respirar el ambiente racing que impregna la sede desde su inauguración, en el año 1979. Mundial de Rallies, Mundial de Resistencia y Fórmula 1 son los grandes protagonistas dentro de esas paredes llenas de anécdotas y vivencias... pero hay mucho más.
Preparaciones para clientes, taller para el Lexus LFA...
En nuestra visita, pudimos comprobar el carácter multidisciplinar de la sede. Además de las labores propias de las carreras, también dispensa soluciones técnicas, por ejemplo, a los clientes del Lexus LFA. De hecho, una unidad matriculada en Países Bajos se encontraba allí, durante nuestra visita, para ser revisada.
Asimismo, nos acercamos y tocamos un Toyota GT86 muy especial... de un cliente particular. Homologado para circular por carreteras abiertas, había sido convenientemente preparado por los especialistas de Toyota Motorsport GmbH para ser un as en los circuitos. Inserciones de fibra de carbono, alerón de grandes dimensiones y un interior puro de competición lucían en este trabajo casi artesanal.
Los talleres también albergaban unidades de la Toyota GT86 Cup, una competición monomarca que se disputa en Japón. En este punto, resultan dignos de destacar la limpieza del suelo y de las mesas, así como el escrupuloso orden de las herramientas. Nada que ver con lo que estamos acostumbrados...
Máxima preparación para las carreras
Los resultados positivos en la pista tienen detrás de sí una labor concienzuda en Toyota Motorsport GmbH. Así lo comprobamos al conocer el simulador de conducción, que incluso genera las fuerzas descendentes que sufren los pilotos en las carreras a altas velocidades.
Igualmente admirable es la máquina que prueba la resistencia de los componentes del vehículo. Para verificar que una suspensión está bien desarrollada, se la somete a ejercicios de compresión y estiramiento. De ese modo, queda garantizado su rendimiento al máximo nivel de exigencia.
Otro robot digno de conocerse es el que produce los motores. Su grado de perfección es tal que sorprende mucho ver cómo funcionan los brazos articulados, mientras crea el bloque.
Un paseo por la historia de Toyota Motorsport GmbH
Después de las instalaciones, toca visitar el museo de Toyota Motorsport GmbH. Antes de entrar en él, una pared nos recuerda los principales hitos logrados, año tras año, por la marca japonesa en las diferentes competiciones. Por supuesto, se encuentran los títulos de Carlos Sainz, en 1990 y 1992, en el WRC.
A continuación, entramos en la sala, donde se pueden contemplar modelos con un valor económico y también sentimental enormes. Entre ellos, sobresalen el Celica del propio Sainz, el Corolla de Didier Auriol, un espectacular MR2 de más de 600 CV, los diferentes bólidos del WEC, así como todos los monoplazas que compitieron en la Fórmula 1 entre los años 2002 y 2009.
Como aficionado al automóvil que eres, seguro que estarías un buen rato descubriendo palmo a palmo cada unidad expuesta. Nosotros tuvimos 30 minutos, que se nos hicieron muy, muy cortos...
Quiero finalizar esta visita con una curiosidad. En la entrada de la sede, se encuentra la vitrina con los trofeos de Toyota Motorsport GmbH en el WEC y las 24 Horas de Le Mans. En ella, hay un hueco vacío muy especial, que espera la copa de los vencedores de la prueba de resistencia más importante del mundo. Mientras llega, hay una foto que refleja el dramático abandono del año pasado. "Es una bonita forma de motivarse y de demostrar que estamos unidos, pase lo que pase", nos explican. Seguro que la perseverancia trae pronto los frutos deseados...