Audi A6 hybrid - 2012
El primer acercamiento del Audi A6 al mundo híbrido llegó en febrero de 2012, un poco depués que el resto de integrantes de la cuarta generación.
Con un precio de partida de 57.900 euros, aunaba el motor de gasolina 2.0 TFSI, de 211 CV, con una unidad eléctrica, de 54. Combinados con la tracción total quattro y la transmisión automática tiptronic, anunciaba una potencia máxima combinada de 245 CV y un consumo medio de 6,2 litros cada 100 kilómetros.
BMW ActiveHybrid 3 - 2012
En septiembre de 2012, con un precio de 56.900 euros y un nombre bastante aparente, el Serie 3 híbrido llegaba a nuestro mercado. Contaba con el mismo motor que el 335i de la época y una unidad eléctrica, para anunciar una potencia máxima combinada de 340 CV y un consumo medio de 5,9 litros cada 100 kilómetros.
Para el recuerdo quedó un maletero realmente reducido, hasta los 390 litros, por el espacio extra que necesitaba el sistema de propulsión híbrido.
Citroën DS 5 HYbrid4 - 2012
Aunque puede que la gente lo recuerde por su última etapa, encuadrado en la gama de DS como marca ya independiente, la aventura de este modelo comenzó en el año 2012.
Lanzado como Citroën DS 5 HYbrid4, se dejó ver por las carreteras mucho menos que sus 'hermanos' de combustión, a pesar de que el sistema híbrido (diésel-eléctrico) alcanzada los 200 CV de potencia, contaba con tracción total y homologaba un consumo de 3,8 litros cada 100 kilómetros.
Ford Mondeo Hybrid - 2015
Puede que con el último restyling y su mejor funcionamiento en el canal de ventas a empresas, el Ford Mondeo Hybrid haya ganado algo de visibilidad.
Sin embargo, cuando se lanzó en el año 2015, este modelo híbrido pasó bastante desapercibido. En parte, porque era unos 1.600 euros más caro que el modelo equivalente de gasolina; en parte, porque el maletero se quedaba en 388 litros de capacidad y tenía unas formas un tanto irregulares.
En cualquier caso, el primer Mondeo HEV anunciaba 186 CV de potencia y un consumo medio de 4,2 litros cada 100 kilómetros.
Honda CR-Z - 2010
Sin duda, al hablar del CR-Z hablamos de un coupé que pudo convertirse en un modelo de culto... y se quedó a medio camino.
Para que os hagáis una idea, cuando fue presentado, allá por 2010, generó una expectación similar a la que ha cosechado recientemente el Suzuki Jimny. Y en parte, lo consiguió por el mismo motivo: lucir un diseño atractivo, no ser excesivamente caro y ofrecer algo distinto a lo que existía en ese momento en el mercado. Y lo mejor de todo, es que contaba con cambio manual.
¿Problemas? El chasis superaba holgadamente las cualidades del sistema híbrido, que anunciaba 124 CV y unas prestaciones tirando a pobres. En resumen, era mucho más rápido en las curvas que en las rectas...
Honda Insight - 2009
A diferencia de Toyota, que lleva unas dos décadas explotando con éxito las posibilidades de los híbridos convencionales en Europa, a Honda le ha costado bastante más dar con la tecla.
Es algo que pudimos ver con el Civic IMA y con el Jazz híbrido, pero también, con el Insight, un modelo que podría haber sido un rival para el Prius, si hubiera convencido a los conductores. Cosa que no sucedió, por cierto.
Sin posibilidad de contar con un modo de conducción 100% eléctrico, combinaba un motor de gasolina de 88 CV y uno eléctrico de 14. En total, se quedaba en 88 CV y tenía un precio de partida de nada menos que 19.900 euros.
Infiniti M35h - 2011
Cuando una marca echa el cierre y abandona una región, como ha sucedido con Infiniti en Europa, suele significar que el mensaje de la marca o sus productos no han llegado a calar.
En el caso concreto del M35h, es una berlina híbrida de 364 CV, que se lanzó en 2011 y de la que no se vieron demasiadas unidades rodando por nuestras carreteras...
Mercedes-Benz E 300 BlueTEC Hybrid - 2012
Hoy en día, pensar en un modelo Eco con motor diésel resulta bastante complicado. Sin embargo, a principios de la pasada década, muchas marcas creían con firmeza en la electrificación diésel.
Es el caso de Mercedes-Benz, que en el Clase E de la época, lanzó el E 300 BlueTEC Hybrid, con 231 CV de potencia y un consumo medio homologado de 4,2 litros cada 100 kilómetros.
Como curiosidad, diremos que el Clase E de aquella generación tuvo una segunda variante híbrida, con motor de gasolina, que recibía el nombre de E 400 Hybrid.
Peugeot 508 RXH - 2014
Si hoy en día un sistema híbrido diésel ya nos parece algo raro, combinarlo con una carrocería de berlina familiar, con rasgos de crossover, ya sería poco menos que impensable.
Sin embargo, Peugeot puso en liza este modelo en 2014, siguiendo el camino marcado por el primer híbrido del Grupo PSA: el 3008 HYbrid4.
Y aunque el 508 nunca llegó a alcanzar las ventas del mencionado todocamino, su estética gustó tanto que llegó a venderse con una mecánica exclusivamente turbodiésel bajo el capó.
Renault Scénic Hybrid Assist - 2017
Sin duda, estamos ante un modelo peculiar, que combinaba el motor turbodiésel Energy dCi 110, con un pequeño generador eléctrico, alimentado por una red adicional de 48 V. En resumen, sería algo así como uno de los precursores de la moda 'mild hybrid' que se ha impuesto en los últimos meses.
Eso sí, el caso del Scénic Hybrid Assist es realmente extraño, ya que, a pesar de tener precio para nuestro mercado, desde 25.335 euros, los que trabajamos en Motor1.com jamás hemos llegado a probar ninguno y nadie recuerda haberlo visto por la calle.
Suzuki Baleno SHVS - 2016
Otro caso especial es el del Suzuki Baleno SHVS, un utilitario con un sistema de propulsión microhíbrido de 90 CV, que no parece existir para el público en general.
Y es que, a pesar de homologar un consumo medio de 4,0 litros cada 100 kilómetros, sus ventas son realmente bajas. En total, en 2019, en España se matricularon 168 unidades de toda la gama Baleno (tanto microhíbridas como no).
Volkswagen Jetta Hybrid - 2013
Partiendo de que el Jetta tiene más tirón fuera de Europa, en mercados como Estados Unidos, Canadá o China, no es de extrañar que poca gente recuerde su variante híbrida.
Pero la tuvo, es cierto. Concretamente, con una potencia de 170 CV y un consumo medio de 4,2 litros cada 100 kilómetros, que eran apenas un par de décimas más que el Prius de la época.