Audi RS2 Avant
Sí, curiosamente el primer Audi de la saga RS (RennSport) fue un familiar, desarrollado junto a Porsche. Se beneficiaba de un propulsor turboalimentado de gasolina, con 2,2 litros de cilindrada y cinco cilindros en línea, que entregaba 315 CV. Además, tenía la ventaja de contar con el sistema de tracción total quattro.
¿Te imaginas llevar a tus hijos a 262 km/h o lanzarte desde parado a 100 km/h en apenas 4,8 segundos? Con este vehículo se podía...
BMW M1
Aunque, oficiosamente, el primer BMW M fue el 530 MLE (Motorsport Limited Edition), producido en Sudáfrica entre 1976 y 1977, la historia sitúa al M1 como el modelo que inició la saga de deportivos de la marca de Múnich.
Nacido en 1978 y fabricado a mano, recurría a un motor de seis cilindros en línea, que cubicaba 3,5 litros y entregaba 277 CV. Con él, el coche se impulsaba de 0 a 100 en 5,6 segundos y anunciaba una velocidad máxima de 260 km/h.
Solo se fabricaron 456 unidades, por lo que es uno de los BMW más valorados por los coleccionistas.
Jaguar XJR
El departamento R (ahora denominado SVR) de la firma del felino se estrenó en 1995 con esta berlina, dotada de un motor sobrealimentado por un compresor volumétrico, con 4,0 litros, seis cilindros en línea y 326 CV a 5.000 rpm.
El rival del Mercedes-Benz C 36 AMG, también protagonista de esta lista, declaraba una aceleración de 0 a 96 km/h (60 mph) en apenas 6,6 segundos, lucía una estética específica y montaba amortiguadores adaptativos Bilstein.
Lexus IS F
Aunque la marca japonesa se distingue por sus vehículos híbridos, también puede presumir de su saga deportiva, que comenzó en 2006 con el IS F, dotado de un motor 5.0 V8, de aspiración atmosférica, con 423 CV a 6.600 rpm y 505 Nm a 5.200 vueltas.
Como podrás suponer, ofrecía unas prestaciones de primer nivel, cifradas en una velocidad punta de 270 km/h y una aceleración de 0 a 100 en 4,8 segundos. Toda la fuerza mecánica se canalizaba al eje trasero, a través de un cambio automático de ocho velocidades.
Mercedes-Benz C 36 AMG
El primer vehículo desarrollado en conjunto entre Mercedes-Benz y AMG fue esta berlina, propulsada por un motor de 3,7 litros, de seis cilindros en línea, con 280 CV a 5.750 rpm y un par motor de 385 Nm entre 4.000 y 4.750 vueltas.
El coche, que aceleraba de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos, montaba de serie una caja automática con convertidor de par, de cuatro velocidades, además de un control de tracción.
Eso sí, el primer producto en la historia de AMG resultó ser el 300 SEL, del año 1971, transformado en un coche de carreras y apodado el 'cerdo rojo'. Su motor 6.8 V8 entregaba 420 CV.
Range Rover Sport SVR
El modelo más moderno de la lista data de 2013 y recurría a un propulsor de gasolina, de 5,0 litros y con arquitectura V8, sobrealimentado por un compresor volumétrico, que entregaba 550 CV entre 6.000 y 6.500 rpm.
Esta mecánica trabajaba junto a una transmisión automática con convertidor de par, de ocho velocidades, y a un sistema de tracción total. A pesar de su peso, casi 2,3 toneladas, era capaz de acelerar de 0 a 100 en 4,7 segundos y alcanzar los 260 km/h.
Renault Clio Sport
Aunque la saga de deportivos de Renault es casi tan veterana como la propia marca, hemos decidido establecer el inicio con el primer modelo dotado del apellido Sport (en referencia al departamento Renault Sport).
Se trata de la segunda generación del Clio, que montaba un propulsor de gasolina, de aspiración atmosférica, con 2,0 litros, 172 CV a 6.250 rpm y 200 Nm a 5.400 vueltas. La caja asociada era una manual de cinco marchas.
En materia de prestaciones, firmaba una velocidad punta de 220 km/h y una aceleración de 0 a 100 en 7,3 segundos.
SEAT Ibiza GTi 16V CUPRA
El primer Cup Racing o CUPRA, del año 1996, incluía el apellido GTi 16V. Su motor de gasolina, con aspiración atmosférica, cubicaba 2,0 litros y desarrollaba 150 CV de potencia a 6.000 rpm y 180 Nm a 4.600 vueltas.
Este coche, dotado de un cambio manual de cinco marchas, nació para festejar la victoria del Ibiza Kit Car en la Copa del Mundo de Rallies FIA de 2 Litros. Aceleraba de 0 a 100 en 8,3 segundos y declaraba una velocidad máxima de 216 km/h.
Desde comienzos de 2018, CUPRA se ha convertido en una marca independiente, llamada a lanzar su propia gama de producto.
Skoda Octavia RS
A comienzos del siglo XX, Skoda competía en el Mundial de Rallies e intentó aprovechar ese tirón mediático creando esta berlina deportiva, dotada de un motor turboalimentado de gasolina, con 1,8 litros, 180 CV y un par máximo de 235 Nm entre 1.950 y 5.000 vueltas.
Disponible con carrocerías berlina y familiar, declaraba una aceleración de 0 a 100 en 7,9 segundos y una velocidad punta de 235 km/h. Por supuesto, lucía una imagen deportiva, presentaba una altura libre al suelo reducida y contaba con una suspensión más firme.
Fue el primer RS (o Rally Sport) de la era moderna, siguiendo el legado de los 180 RS, 200 RS y 130 RS, casi desconocidos en Europa occidental.
Volkswagen Golf R32
La cuarta generación del compacto alemán fue la que inauguró el departamento R. Este deportivo montaba un propulsor 3.2 V6, de aspiración atmosférica, con 241 CV a 6.250 rpm y 320 Nm entre 2.800 y 3.200 vueltas.
Con esta mecánica, la caja manual de seis velocidades, el sistema de tracción total 4MOTION y una suspensión específica, era capaz de acelerar de 0 a 100 en 6,6 segundos y firmar 246 km/h de velocidad punta.