La vida demuestra muchas veces aquella máxima aristotélica de que la virtud se encuentra en el punto medio. Si la aplicamos a la gama Ranger, la versión Wildtrak, situada por debajo de la Raptor y la Platinum, es la que supone una compra más lógica y razonable.
Lo es por muchos motivos, entre otros, que se comercializa únicamente con motores turbodiésel y que ofrece 3.500 kilos de capacidad de remolque y más de 1.000 kilos de carga en la caja gracias a las ballestas empleadas en el eje rígido trasero. Pero ojo, porque no se trata de un modelo espartano, pensado exclusivamente para el trabajo.
Al contrario, disfruta de una tecnología y unos acabados que no desmerecen en cualquier SUV de última generación y eso habla muy bien de este pick-up de Ford, confeccionado en Australia como producto global y fabricado en Sudáfrica para el continente europeo.
Galería: Primera prueba Ford Ranger Wildtrak 2023
Poder visual
Lógicamente, su diseño tiene un punto menos de espectacularidad respecto al del Raptor, principalmente por el frontal, en el que se sustituye la llamativa inscripción Ford por un logotipo de la marca de considerable tamaño, y también por una carrocería algo menos elevada del suelo.
Por lo demás, este modelo mantiene ese halo americano y una imagen realmente poderosa que tanto gustan en vehículos de este tipo. La letras Ranger en el portón y las llantas de aleación de hasta 20 pulgadas (18 de serie) confirman este extremo.


Del exterior también debemos remarcar los faros LED con tecnología matricial, que vienen de fábrica, así como la batalla ampliada hasta los 3,27 metros, que va en beneficio de una buena habitabilidad, así como de un mayor aplomo dinámico y un mejor ángulo de ataque (30 grados). Tampoco se nos debe olvidar el escalón lateral creado para acceder fácilmente a la caja de carga.
Soluciones prácticas
Hablando de la caja, ha crecido en anchura hasta los 1,22 metros, con lo cual ahora cabe un Europalé. Asimismo, en ella se han integrado soluciones prácticas tan ocurrentes como unos rieles de sujeción, diversas opciones de almacenamiento e incluso una regla o dos conexiones de 230 y 12 voltios, respectivamente, para enchufar herramientas de trabajo.
Por si fuera poco, la cubierta se puede enrollar y volver a desplegar de forma eléctrica, tan solo pulsando un botón situado en la parte izquierda del salpicadero. Más fácil, imposible, desde luego. Por supuesto, toda la superficie de carga viene protegida en material plástico.

Cabe apuntar que el Ford Ranger Wildtrak 2023 tan solo se comercializa con cabina doble (5,37 metros de longitud) y cinco plazas. Como suele ser habitual, las traseras cuentan con un respaldo poco inclinado, que resta algo de confort. Para acceder a todas ellas, las estriberas laterales suponen la solución perfecta, aunque ya sabes que son fácilmente dañables en la práctica del todoterreno.
Cabina bien cuidada
Pasando al interior, luce el diseño conocido de la gama y esa es una buena noticia, pues lo cierto es que los diferentes componentes están muy bien ajustados e incluso se emplean materiales de tacto blando en diversas zonas clave. Es más, la instrumentación es digital y configurable (8,0 pulgadas) y la pantalla central alcanza las 12,0 pulgadas de diagonal (10,1 de serie).



En dicha instrumentación no hay visible un cuentavueltas, pero sí se puede conocer el reparto del par motor entre las cuatro ruedas, entre otra mucha información. Por su parte, los asientos de cuero incluyen la inscripción Wildtrak.
Conexión avanzada
Por si fuera poco, el coche disfruta del sistema multimedia más avanzado de Ford, el SYNC4, el doble de rápido que su antecesor. Además, la vinculación con Android Auto y Apple CarPlay se realiza de forma inalámbrica y no faltan la carga del smartphone por inducción, tres puertos USB o un sistema de sonido firmado por Bang & Olufsen (B&O), con diez altavoces y 640 W.

Para los clientes clásicos, hay mandos convencionales debajo del monitor para gobernar la climatización y no sufrir peligrosas distracciones. Y como curiosidad, bajo las banquetas se esconden prácticos huecos portaobjetos.
Entre los asientos delanteros encontramos el mando que permite elegir el tipo de tracción: 2H (propulsión), 4A (tracción total con reparto variable del par), 4H (tracción total con bloqueo del reparto) y 4L (tracción total con reductora, cuya desmultiplicación es de 3,07:1).

Ese mismo mando integra los seis programas de conducción: Normal, Eco, Resbaladizo, Remolque, Barro y Arena. Pulsando un botón anexo se puede bloquear el diferencial trasero y activar el control de descenso de pendientes a través de la pantalla. Otro botón permite desconectar por completo el control de estabilidad ESC.
Conviene recordar que la aplicación FordPass permite activar ciertas funciones en remoto, como por ejemplo encender la luz del cajón de carga para trabajar de noche. También son dignas de mención las cinco estrellas Euro NCAP gracias, entre otras cosas, a la completa lista de ayudas electrónicas a la conducción de serie.

205 y 240 CV
Como decía al principio, solo hay dos motores turbodiésel Eco Blue en la versión Wildtrak, un 2.0 biturbo con 205 CV y 500 Nm, más un 3.0 V6 de 240 CV y 600 Nm, ambos vinculados a una transmisión automática con convertidor de par de diez velocidades.
Esta caja carece de levas, si bien se puede manejar de forma secuencial a través de unos botones situados en el lateral de la palanca, poco intuitivos en los primeros momentos de uso, ciertamente. El cambio no ofrece la finura de otros equivalentes, tal y como comprobamos en la prueba del Mustang California, aunque en este coche ha pasado más desapercibido, entendemos que por el generoso par de la mecánica V6.

Los precios del Ranger Wildtrak comienzan en 55.930 euros con el propulsor tetracilíndrico y 57.930 con la mecánica de seis cilindros. Ahora mismo, el descuento directo de Ford para ambas versiones asciende a 7.100 euros, con lo cual las tarifas en los concesionarios se reducen a 48.830 y 50.830 euros, respectivamente. Las primeras entregas, en mayo, y el tiempo de espera por ejemplar no debería superar los tres meses.
Buenas impresiones
Nuestra primera prueba con el pick-up estadounidense se produjo entre Zaragoza y Canfranc (Huesca), mezclando todo tipo de recorridos, incluidos algunos 'off-road'. Ciertamente, la opción V6 resulta elogiable por el excelente rendimiento que ofrece, mezclado con consumos lógicos en un 'armatoste' de este tipo: entre 11,0 y 12,2 litros en nuestras dos jornadas de test.
Pese a montar ballestas, las sacudidas clásicas al superar irregularidades con la caja vacía no restan tanto confort a velocidad de crucero como en otros rivales. Asimismo, nos ha sorprendido para bien el buen aislamiento aerodinámico de la cabina. Igualmente, los neumáticos M+S Goodyear Wrangler no generan un excesivo sonido de rodadura y se defienden bien por pistas.

La mecánica sí se percibe algo más al acelerar, pero emite una 'melodía' grave, más atractiva de lo normal en un bloque diésel, gracias a la disposición V6. En cuanto a los frenos, los discos ventilados delanteros y macizos traseros cumplen bien su función, aunque no está de más anticiparse algo más en esa maniobra, pues hay que detener nada menos que unos 2.500 kilos en vacío.
Como es lógico, el coche no reproduce los movimientos dinámicos de un SUV y conviene ser más cautos a la hora de atacar curvas, pero no se trata de un pick-up torpe ni difícil de conducir. En este sentido, el periodo de aclimatación no debería ser largo, menos aún si el dueño está acostumbrado a este tipo de vehículos.
En el campo comprobamos lo bien que vienen las cámaras de vídeo delantera y trasera a la hora de subir una cuesta o afrontar un largo descenso. Y ya sabes que te puedes divertir de lo lindo practicando contravolante (en un entorno seguro, por supuesto) si mantienes la propulsión (2H), desconectas el ESC y decides dar gas sin compasión.
"Representativo y fundamental". Así califica Ford el Ranger Wildtrak y no nos extraña, pues en su histórico de ventas representa el 60% de matriculaciones de la gama. Recuerda que esta familia se completa con los acabados XL, XLT y Limited, más la cabina sencilla. El Toyota Hilux (con largos periodos de entregas, todo hay que decirlo), su gran rival, no lo va a tener fácil.
Ford Ranger 3.0 V6 EcoBlue Aut. Wildtrak