El auge de los vehículos eléctricos, especialmente en las grandes ciudades, es ya una realidad palpable. Si bien todavía falta desarrollar la infraestructura de recarga en muchos lugares, esta tecnología de cero emisiones va ganando tracción con el paso del tiempo y parece que, en los próximos años, todos conduciremos este tipo de vehículos.
En el mercado hay infinidad de posibilidades a la hora de elegir un coche eléctrico, desde enormes SUV de disparatado peso, hasta modelos más lógicos y racionales, como es el caso del Renault ZOE, un pequeño urbano que resulta ideal para la ciudad, bastante eficiente, que ofrece una buena cifra de autonomía y que acabamos de probar.
Galería: Renault ZOE R135 2022, prueba
Diseño y equipamiento
A nivel estético, el Renault ZOE es básicamente el mismo modelo que conocimos allá por el año 2012, hace ya una década, aunque con ligeros cambios en el frontal o nuevos pilotos, para hacerlo más actual, lo que significa que estamos ante un pequeño modelo urbano de 4,09 metros de largo con un aspecto muy particular, pero atractivo.
Como sabrás, este eléctrico cuenta con su punto de carga en el frontal, precisamente bajo el gran logotipo de Renault, así que deberás tener en cuenta que el enchufe está delante. Por lo demás, esta versión Zen cuenta con faros full LED (en toda la gama), llantas de 17 pulgadas en diseño Elington y la unidad en cuestión luce el color Gris Titanium.



En el habitáculo, por su parte, llama la atención un diseño sencillo pero interesante, en este caso con un tapizado estilo tela vaquera de material reciclado, una instrumentación digital de 10 pulgadas o una pantalla en formato vertical de 9,3 pulgadas para el sistema multimedia Easylink (de serie en el acabado Zen) que funciona bastante bien y puede mostrar mucha información relativa a la conducción.
Y hablando de conducción, la postura resulta algo elevada, ya que el asiento está alto y no puede ajustarse. Los asientos son cómodos aunque resbalan un poco a la hora de afrontar curvas, mientras que las plazas traseras, aunque no son especialmente amplias, sí ofrecen un espacio correcto para dos adultos (más escueto en altura), a pesar del tamaño exterior del coche.



Por último, el maletero es profundo y ofrece un volumen de carga de 338 litros, bastante más grande que el de rivales como el Honda e (171 litros) o el Opel Corsa-e (267 litros). Un MG4, que mide 20 centímetros más, ofrece 363 litros, mientras que el CUPRA Born, 23 centímetros más largo, llega a 385 litros de capacidad.
Buena eficiencia y autonomía
Esta versión concreta del ZOE incorpora un motor eléctrico de 100 kW o 136 CV, junto a la batería más grande de la gama, de 52 kWh, que teóricamente ofrece una autonomía de hasta 389 kilómetros en ciclo WLTP. Sobre el papel, el modelo acelera de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos (aunque tiene bastante ímpetu a bajas velocidades) y alcanza 140 km/h.

Una de las principales ventajas del Renault ZOE es que resulta muy eficiente, puesto que el consumo de energía se mantiene en niveles muy bajos, siempre y cuando conduzcamos con sensatez y sin abusar del acelerador, buscando precisamente aumentar la autonomía.
El modelo ofrece un modo Eco que limita mucho las prestaciones del coche y que solo permite circular a 100 km/h. Si bien esto logra rebajar el consumo, la falta de prestaciones es evidente, por lo que su uso no nos parece demasiado interesante (ni necesario) salvo en ocasiones muy concretas. Incluso en este modo, si necesitas rendimiento puedes pisar a fondo el acelerador para conseguir la máxima aceleración posible.



Si bien homologa 17,7 kWh/100 km en ciclo combinado WLTP, lo cierto es que en un uso corriente, mezclando vías urbanas e interurbanas, nosotros logramos una media de ordenador de 14,5 kWh cada 100 kilómetros, lo que teóricamente permitiría unos 360 kilómetros de autonomía.
Ahora bien, en una conducción eficiente, enfocada en rebajar el consumo y en entornos favorables, podemos ver cifras de 12,0 kWh o menos, aunque al circular a velocidades de autovía el consumo puede aumentar hasta los 18 o 19 kWh cada 100 kilómetros sin demasiado problema.

Una de las ventajas del ordenador de a bordo del ZOE es que ofrece mucha información interesante, como por ejemplo el consumo medio, la cantidad total de energía consumida durante un viaje, los kWh recuperados mediante regeneración o los kWh consumidos por el sistema de climatización.
En lo que a carga se refiere, en un enchufe doméstico convencional la recarga completa lleva más de un día, mientras que en un Wallbox de 7,4 kW hablamos de cerca de 9 horas y media y en uno de 22 kW serían 3 horas. Con corriente continua (la opción 'carga rápida' que lo permite cuesta 1.100 euros) puede cargar a un máximo de 50 kW, pasando la batería del 0 al 80% en 1 hora y 10 minutos.

Ideal para la ciudad
Al volante, el ZOE destaca por su comodidad, aunque la suspensión no es especialmente blanda. Se siente como pez en el agua en ámbito urbano (más que en carreteras de montaña, por ejemplo), ya que acelera de manera contundente a velocidades bajas y además resulta ágil y manejable en este entorno, así como sencillo de aparcar.
Como en la mayoría de eléctricos, el cambio ofrece un modo D y otro B. El primero mantiene bastante la inercia del vehículo, mientras que el modo B ofrece mucha mayor retención por parte del propulsor y, por tanto, también recupera más energía al soltar el acelerador, aunque a nuestro parecer no retiene tanto como para llevar a cabo una conducción de pedal único.
El principal problema de este ZOE, y de muchos otros eléctricos, es que resultan bastante caros en general. Esta versión parte de 38.430 euros y, aunque el más básico (el R110 de 81 kW con batería de 40 kWh) está disponible desde unos 34.780 euros, sigue siendo un precio elevado para un modelo sencillo y eminentemente urbano.
Renault ZOE R135 Zen 50 kWh