Si fuésemos unos encuestadores y preguntásemos a la gente por la calle dos términos para definir los coches eléctricos, probablemente, las dos respuestas más empleadas serían "caros" y "de uso puramente urbano".
Para romper definitivamente estos mitos, hemos realizado una prueba con el Opel Corsa-e 2020, un utilitario que demuestra que estos vehículos plenamente ecológicos ya se los pueden plantear los clientes particulares, porque verdaderamente dan mucho juego.
Galería: Prueba Opel Corsa-e 2020
En este caso particular, hablamos de un modelo perfecto para la ciudad, por sus dimensiones (4,06 metros de longitud), pero con una potencia y una autonomía suficientes para abordar trayectos fuera de ella, sin tener que cargarlo diariamente.
No obstante, antes de abordar estos temas, echemos un vistazo al vehículo. Estéticamente, emplea los mismos argumentos que las versiones de combustión. Es decir, su punto fuerte es una carrocería exterior llamativa y moderna, que pide protagonismo por las calles, más aún, con la combinación bicolor que hay disponible.
Dentro, el aspecto resulta más convencional, sin que ello suponga un problema. Al contrario, la instrumentación digital de 7,0 pulgadas y la pantalla central de hasta 10,0 ofrecen información clara y práctica, como por ejemplo, el nivel de carga de la batería, la autonomía disponible, los puntos de recarga más cercanos... Además, la climatización se gobierna mediante mandos convencionales, lo que reduce las distracciones al volante.
Aquí, la aplicación myOpel sale a relucir, pues integra todos estos datos anteriormente citados en el smartphone del usuario. Además, con ella, se pueden realizar funciones de forma remota, como por ejemplo, preajustar la climatización antes de llegar al vehículo, mientras se carga, para no perder autonomía.
Por lo tanto, a los mandos del Opel Corsa-e 2020, no se genera ese estrés de no saber dónde recargar la batería, principalmente en desplazamientos diferentes a los habituales. Eso sí, siempre recomendamos que se compruebe previamente si los postes de conexión a las que tienes pensado acudir están activas, porque en España tenemos que mejorar mucho en este campo.
Desarrollado a partir de la plataforma e-CMP, el modelo alemán cuenta con la misma habitabilidad que los Corsa de combustión. De este modo, cuatro adultos de talla media caben sin estrecheces, algo que no todos los modelos del segmento B pueden ofrecer.
En cuanto al maletero, se ve levemente perjudicado por la batería y se queda en 267 litros, frente a los 309 de los modelos de gasolina y diésel. No obstante, no nos parece una pérdida muy importante, sobre todo en un modelo que no está pensado especialmente para largos viajes.
Si regresamos al exterior del vehículo, quiero detenerme en los faros IntelliLux LED, unos de los más avanzados del mercado, pues suman iluminación adaptativa y matricial. Por lo tanto, fuera de los núcleos urbanos, puedes ir siempre con las luces de carretera activadas sin deslumbrar al resto de usuarios de la vía. Este componente forma parte del equipamiento opcional del coche.
Ahora, vamos a centrarnos en el plano técnico. El Opel Corsa-e 2020 dispone de una batería con 50 kWh de capacidad bruta, 46 kWh netos, que ofrece una autonomía oficial de 337 kilómetros en ciclo WLTP. Para reabastecerla, el vehículo ofrece un cargador integrado en el lateral izquierdo de 7,4 kW, con el que la tendremos lista en unas siete horas y 30 minutos.
Opel comercializa opcionalmente otro cargador de 11 kW, con el que el tiempo baja a cinco horas. Y, además, el coche es compatible con cargas rápidas de 100 kW. En este supuesto, la batería pasa del 0 al 80% en tan solo media hora.
Aquí es donde podemos destacar la gran ventaja del Opel Corsa-e 2020. El coste de la electricidad es mucho más bajo que el de la gasolina o el diésel, así que, en cada recorrido que realizamos, estaremos ahorrando mucho dinero o, dicho de otro modo, recuperando la inversión inicial en la compra del vehículo.
Sí, porque el precio medio apenas llega a 11 céntimos de euro el kWh, y si encimas aprovechas la tarifa valle que tengas contratada en casa para cargar, miel sobre hojuelas. Es cierto que en puestos de carga rápida, las tarifas suben, pero no las vas a emplear habitualmente.
Como el motor del utilitario germano desarrolla 136 CV y 260 Nm, y además tenemos una autonomía bastante destacada, nuestra prueba se ha desarrollado con muchos kilómetros fuera de la ciudad y realizando más distancia de la que hace habitualmente un conductor español, de media, en su día a día.
La primera sensación positiva nada más emprender la marcha es la alegría con la que el coche gana velocidad. Al disponer del par máximo de forma inmediata, la respuesta al acelerador resulta muy 'viva' y todo, sin ningún tipo de vibración ni ruido mecánico.
Es cierto que el coche pesa más por la integración de la batería, pero no hay más que ver las prestaciones del vehículo para que este dato quede en un segundo plano: velocidad máxima de 150 km/h, limitada electrónicamente, y aceleración de 0 a 100 en tan solo 8,1 segundos.
En una conducción normal, no es nada complicado estar cerca del consumo medio oficial, cifrado en 16,6 kWh/100 km. No obstante, el conductor dispone de tres programas de uso: Eco, Normal y Sport, según los gustos y las necesidades puntuales. Con el primero, la potencia queda limitada a 82 CV. Con el segundo, esa cifra asciende a 109 CV y es el tercero el que dispone de los 136 CV.
Si los combinas todos (lo normal en una prueba de este tipo), la autonomía real queda por debajo de los 300 kilómetros. Si bien, como decíamos antes con el consumo, se puede estar muy próximo al dato homologado, si nos ponemos en modo 'eco' y el terreno es favorable.
Por tacto de conducción, el Opel Corsa-e 2020 se muestra muy convincente en todo tipo de escenarios. Cabe recordar que esta versión hereda la suspensión delantera de la versión deportiva GS Line, mientras que la trasera se ha reforzado, al igual que la carrocería, que presenta una mayor rigidez torsional.
Toda esta puesta a punto sirve para afrontar curvas con decisión y buen aplomo, y también para conducir con una perfecta estabilidad lineal en vías de primer orden, en las que apenas hay que realizar correcciones sobre la dirección.
Además, un punto divertido es aprovechar al máximo diversas situaciones al volante para generar energía. Por ejemplo, en una bajada prolongada o antes de llegar a un semáforo, una buena solución es activar el modo de retención B del cambio automático de una velocidad, con el fin de evitar tocar el freno (conducción con un pedal) y ganar algunos kilómetros de autonomía.
A todo esto, debemos enunciar otras tres virtudes del Opel Corsa-e 2020. La primera es que los mantenimientos periódicos son más baratos, pues en un motor eléctrico no hay filtros ni líquidos que sustituir. Además, los frenos se emplean mucho menos que en un modelo de combustión.
La segunda tiene como protagonista la etiqueta ambiental 0 de la DGT, que conlleva muchos beneficios, tanto a la hora de moverse por el centro de las ciudades, como para no pagar en aparcamientos en la zona SER o para obtener descuentos en peajes. Y la tercera, pero no por ello la menos importante, es que no se emite ninguna partícula contaminante.
Con esta prueba, esperamos que te haya quedado claro que el Opel Corsa-e 2020 es un coche perfecto para usarlo diariamente, tanto por la ciudad como fuera de ella. Sobre todo, en tus desplazamientos habituales.
Aunque el precio sigue siendo algo superior al de los equivalentes de combustión, las tarifas comienzan en 23.700 euros, incluyendo las ayudas del Gobierno, un desembolso que ya no resulta disparatado, sobre todo teniendo en cuenta la potencia y la autonomía. Por lo tanto, echa cuentas, porque además de ecológico, el Corsa-e es un coche también racional desde el punto de vista económico.
Opel Corsa-e Ultimate