Allá por el mes de febrero nos pusimos por primera vez al volante del nuevo eléctrico de Honda, el Honda e 2020, y ahora ya hemos tenido la oportunidad de probarlo más a fondo. Se trata de un modelo urbano, de cero emisiones, con un enfoque muy particular, dado a competir contra otro eléctrico pensado para la ciudad: el MINI Cooper SE.
Una de las principales bazas del Honda e es precisamente su diseño, diferente a cualquier otro modelo del mercado, que parece recién sacado de un dibujo animado. Quizá por el factor novedad, es un coche que atrae muchas miradas y que despierta la curiosidad de los transeúntes.
Galería: Honda e 2020, prueba
Llamativo y muy especial
Lo que más llama la atención son los faros y pilotos redondos, todos LED, pero sobre todo la ausencia de espejos retrovisores y de tiradores para las puertas, ya que los primeros se han sustituido por cámaras de vídeo y los segundos van enrasados en la carrocería, y solo emergen al acercarse al vehículo o al abrirlo a través del mando de la llave. También destaca la toma de carga delantera, en color negro, y el techo, que siempre va pintado de este mismo color.
El primer eléctrico de Honda mide 3,9 metros de largo y tiene únicamente cuatro plazas. El espacio es correcto para los cuatro ocupantes, algo escueto en las posteriores, aunque es cierto que el maletero ofrece una capacidad muy reducida, de 171 litros, inferior a la de cualquiera de sus competidores, como el MINI Cooper SE (211 litros), el Peugeot e-208 (265 litros), el Opel Corsa-e (267 litros) o el Renault ZOE (338 litros). Al abatir la banqueta, que va en un único bloque, el espacio disponible asciende a 861 litros.
El habitáculo es bastante especial, porque lleva el concepto 'todo pantalla' al extremo. En total hay seis: una a modo de cuadro de instrumentos, dos pantallas multimedia, para el conductor y el acompañante, los dos display que hacen las veces de retrovisores (porque no hay espejos, sino cámaras) y, por último, un retrovisor interior que, a su vez, es también una pantalla.
La instrumentación es de 8,0 pulgadas, mientras que las dos pantallas multimedia son de 12,3 pulgadas. Además, en la parte baja de la consola hay un enchufe convencional (230v), una toma de 12v y también dos puertos USB y un HDMI. Este último permite conectar a las pantallas multimedia dispositivos como ordenadores, consolas o lectores DVD, por ejemplo.
Además, tanto la tapicería de tela como las diferentes molduras decorativas del habitáculo, en imitación de madera, tienen un gran tacto y también un aspecto muy bueno. Lo mismo ocurre con los diferentes mandos y botoneras, que resultan muy agradables de utilizar. El volante, multifunción y calefactado, destaca por tener únicamente dos radios. Tanto este como el asiento, tienen ajustes manuales.
En este caso, el túnel central está separado de la consola, e incluye el selector del cambio, el de los modos de conducción y también el tirador del freno de mano electrónico. A pesar del concepto totalmente digital, afortunadamente se mantienen mandos dedicados para la climatización, algo que es de agradecer. El equipamiento es muy completo, con navegador, control de crucero adaptativo, asientos calefactados, techo panorámico...
En cuanto a conectividad, Honda ofrece la aplicación My Honda Plus, que permite al usuario acceder de forma remota, desde su smartphone, a información sobre el coche, como su ubicación, el nivel de carga, la autonomía, o incluso controlar la climatización o abrir y cerrar el coche o las ventanillas. También está disponible el asistente 'OK Honda', que funciona por comandos de voz.
Versiones, carga y autonomía
La marca nipona ofrece dos versiones diferentes del sistema de propulsión. Por un lado la más básica, con motor de 100 kW o 136 CV, y por otro una más potente, que alcanza los 113 kW o 154 CV. La primera despacha el 0 a 100 km/h en 9,0 segundos, mientras que la de mayor potencia rebaja esta marca hasta los 8,3 segundos. En ambos casos, la velocidad máxima está limitada a 145 km/h.
También en ambos casos, la batería es la misma, de iones de litio y con una capacidad de 35,5 kWh. La autonomía anunciada en ciclo WLTP es de 222 kilómetros para las versiones con llanta de 16 pulgadas, que son las de serie, o bien de hasta 210 kilómetros si se equipan las de 17 pulgadas, opcionales.
En lo que a carga se refiere, el Honda e 2020 incorpora un cargador integrado de 6,6 kW, así que una recarga completa de la batería lleva alrededor de cuatro horas, mientras que en un enchufe doméstico de 2,3 kW, hablamos de hasta 19 horas. También acepta carga rápida, con corriente continua, hasta 100 kW, y en este supuesto, hablamos de 30 minutos para una recarga al 80%.
La marca ofrece dos wallbox diferentes para la instalación en el domicilio. Por un lado el llamado Honda Power Charger, que ofrece 7,4 kW y cuesta 1.120 euros más la instalación, y el Honda Power Charge S, que ofrece 22 kW y cuesta 1.580 euros, también sin incluir instalación.
Al volante del Honda e
Una vez en marcha, el Honda e resulta también interesante. Su comportamiento es muy bueno para un urbano, pero es que además ofrece una calidad de rodadura y una comodidad que son difíciles de igualar, al menos en su segmento. Ofrece un gran aplomo pero, al mismo tiempo, es ágil y permite disfrutar de un tramo de curvas. Destaca también por su maniobrabilidad, ya que su radio de giro es muy pequeño y permite hacer maniobras en muy poco espacio.
Además, se trata de un modelo de propulsión, ya que el motor va montado en el eje trasero. Gracias a la inmediatez del motor eléctrico, la aceleración es bastante buena, aunque es cierto que el motor parece ir desfalleciendo a medida que va ganando velocidad. En el modo Sport (hay dos, Normal y Sport), el Honda e 2020 se siente un poco más impetuoso.
Uno de los aspectos más interesantes es precisamente el de los retrovisores, que son pantallas. La ubicación de las mismas resulta bastante natural, y se encuentran fácilmente con la mirada. Además, en condiciones de baja luminosidad, funcionan bien, y en general no se le pueden poner demasiadas pegas, aunque nosotros preferimos espejos. Por su parte, el sistema multimedia, aunque pueda parecer algo complejo, en realidad tiene un funcionamiento intuitivo, similar al de un smartphone.
Como en otros eléctricos, está disponible un modo de conducción de pedal único, que se activa mediante un botón junto al selector del cambio. Básicamente, con este modo activado, el coche retiene mucho, hasta tal punto que apenas es necesario utilizar el pedal del freno, y podemos conducir únicamente con el acelerador. Además, el nivel de retención y recuperación de energía se puede alterar mediante las levas integradas en el volante.
Ya sabemos que el consumo energético depende en gran medida del estilo de conducción. Según homologación, hablamos de 18,0 kWh cada 100 kilómetros, y en un uso real hemos comprobado que, efectivamente, esta cifra es más que factible, habiéndonos movido en una horquilla de entre 16,0 y 18,0 kWh.100 km Como es lógico, en vías rápidas es donde más se resiente el consumo. En nuestro caso, logramos una autonomía ligeramente inferior a los 200 kilómetros.
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Con un precio de partida de 34.800 euros para la versión normal, y 37.800 euros para este acabado Advance, el Honda e 2020 no es precisamente barato, aunque es cierto que goza de una gran dotación de equipamiento y tecnología y, en cualquier caso, el precio está en línea con su principal competidor británico, el MINI Cooper SE.
Honda e Advance 2020