El Porsche Macan 2020 con motor de cuatro cilindros y 245 CV me sorprendió gratamente y con la versión S me lo pasé realmente bien, pero la opción Turbo es para 'enmarcarla' y saborearla en cada kilómetro que se recorre.
El modelo de la marca alemana más vendido en España ofrece una variante tope de gama realmente especial. Cuenta con el conocido motor 2.9 V6 biturbo, que seguro que te sonará por propulsar a algunos Audi RS. Para la ocasión, entrega 440 CV y una elevada cifra de par, 550 Nm, que se mantiene constante entre las 1.800 y las 5.500 vueltas.
Una vez hechas las presentaciones para saber a qué nos 'enfrentamos', vamos a recordar que, por dimensiones, el Macan Turbo 2020 se encuadra dentro de los SUV de tamaño medio, como el Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio, con 510 CV, a priori su principal rival.
El representante germano mide 4,68 metros de longitud y, tal y como comprobamos en las anteriores pruebas antes citadas, ofrece unas plazas traseras algo justas para un todocamino de este tamaño. En cambio, el maletero de 500 litros resulta bastante amplio e incluso puede alcanzar los 1.500 abatiendo los asientos traseros.
No obstante, me gusta más analizar el apartado emotivo en un vehículo de estas características y lo primero que tengo que decir es que los asientos delanteros deportivos, de serie, proporcionan una postura al volante perfecta y la suficiente sujeción lateral.
Típico en los Porsche, la esfera central en la instrumentación es el tacómetro y la voluminosa consola central aglutina muchos mandos, pero no tardamos mucho en memorizar la posición, al menos de los más usados e importantes.
Quizá el diseño interior refleje que el Macan lleva unos cuantos años con nosotros, pero eso no se traduce en un punto débil, pues la pantalla central táctil es bastante grande, 10,9 pulgadas, y la calidad de materiales resulta intachable.
¿Con qué argumentos cuenta el Macan Turbo para sorprendernos en curvas? De serie, incluye el sistema de tracción integral permanente PTM y la suspensión adaptativa PASM, pero en nuestra unidad de pruebas se suman los resortes neumáticos (1.684 euros) y el sistema PTV Plus (1.697), que distribuye de forma variable el par motor entre las ruedas traseras.

También contamos con el paquete Sport Chrono (1.297 euros), que integra los programas de conducción Normal, Sport, Sport Plus e Individual. La guinda al pastel la pone la Servodirección Plus (299 euros), con asistencia variable en función de la velocidad.
Para frenar con la máxima contundencia, no disponemos de los discos carbocerámicos, que cuestan la friolera de 5.770 euros, pero que a cambio prometen detenciones en distancias muy cortas y un elevado nivel de resistencia a la fatiga en circuitos de velocidad.
No nos preocupa ni lo más mínimo esta 'baja', pues tenemos discos delanteros de 390 milímetros de diámetro y traseros de 356, todos ventilados.


Arrancamos el coche (ya sabes, a la izquierda del salpicadero) y, como en los otros Macan analizados, volvemos a quedarnos muy gratificados por la puesta a punto del chasis, porque no es especialmente duro, ni siquiera con la amortiguación en el modo más firme.
Esta configuración permite un uso diario del coche con un confort más que suficiente (incluso en los temidos reductores de velocidad) y, a su vez, nos da muchas alegrías cuando la carretera se retuerce. Pero antes, déjame hablarte de nuevo del propulsor.


Asociado a la transmisión automática de doble embrague PDK, con siete velocidades y levas, proporciona un empuje brutal, como ya supondrás, pero me gusta destacar lo bien que recupera desde bajas revoluciones, incluso 'forzando' la respuesta con una marcha larga. Ese par constante que citábamos al comienzo es la clave de esta enérgica recuperación.
Si sumamos lo rápido que sube de vueltas y un sonido realmente único, sobre todo cuando nos acercamos al límite de giro, situado a 6.800 rpm, este motor tendrá un amigo fiel en cualquier conductor. Por cierto, si levantamos el capó observaremos una barra de torreta de refuerzo, para incrementar la rigidez del conjunto.
No podemos dejar a un lado las prestaciones puras, que son 270 km/h de velocidad máxima y una espectacular aceleración de 0 a 100 en 4,5 segundos. En cuanto al consumo mixto, el Porsche Macan Turbo firma 11,4 litros cada 100 kilómetros, así que vas a estar siempre en cifras de dos dígitos. Si no puedes asumir eso, mejor baja tus expectativas de compra...

Dinámicamente, al Porsche Macan Turbo 2020 no le tiembla el pulso en ningún escenario. El aplomo perfecto en vías de primer orden se complementa con un tacto brillante en curvas rápidas, que supera con mucha 'limpieza' y a unas velocidades impropias de un coche elevado.
¿Y en giros 'ratoneros'? Tampoco se achanta, ni contra modelos mucho más pensados para esos menesteres, tal y como comprobé en un puerto de montaña. Su comportamiento es muy neutro, la carrocería no muestra balanceos acusados, ni se 'amorra' en exceso en fuertes frenadas y saca a relucir un comportamiento bastante ágil en cambios de trayectoria.
Además, la motricidad es excelsa y la caja PDK deja el motor siempre en un régimen adecuado para que, a la salida de las curvas, el Macan Turbo salga 'escopetado' hacia la siguiente. Como si lo hicieras tú mismo con las levas, vaya. Definitivamente, una gratísima experiencia para los sentidos... sí, en un SUV.

Como podrás suponer, el tema peliagudo es el precio, pues el Porsche Macan Turbo 2020 asciende a 106.372 euros, sin contar la enorme nómina de extras que puedes añadir. No obstante, cuando ves que su principal rival, el Stelvio Quadrifoglio, cuesta 113.750 euros, puede que la cifra no sea desproporcionada.
En estos casos suelo decir que si tienes la fortuna de poder gastarte ese dinero y valoras una conducción emocional, sin renunciar a la versatilidad necesaria en el día a día, es un desembolso bien hecho. ¿O acaso has oído a alguien decir que comprar un Porsche es tirar el dinero?
Porsche Macan Turbo