Si eres lector asiduo de Motor1.com España, a buen seguro, ya habrás leído alguna de las pruebas que hemos publicado sobre el Citroën C5 Aircross 2020. Ahora bien, ¿por qué vuelve este SUV a estar de actualidad? Básicamente, por la inclusión de una nueva versión en la gama.

Hablamos del Citroën C5 Aircross PureTech 130 EAT8, una denominación bajo la que nos encontramos con el propulsor de acceso a la gama de gasolina, combinado con la transmisión automática EAT8. Eso sí, la tracción siempre recae sobre el eje delantero.

Si nos centramos en el motor, se trata de un bloque turboalimentado de gasolina, con tres cilindros en línea y 1,2 litros de cubicaje, que entrega 130 CV de potencia y 230 Nm de par máximo, desde las 1.750 vueltas. Si lo hacemos en la caja de cambios, descubriremos que se trata de la clásica EAT8, con convertidor de par, ocho relaciones y levas tras el volante.

Esta combinación mecánica asegura un consumo medio homologado de 6,9 litros cada 100 kilómetros, que corresponden a unas emisiones de dióxido de carbono (CO2) de 155 g/km. Durante nuestra prueba, por Madrid y sus alrededores, la cifra mostrada por el ordenador de a bordo ha sido de unos 8,0 litros.

Respecto a las prestaciones, el SUV francés es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 188 km/h y de acelerar de 0 a 100 en 10,3 segundos. Comparado con el equivalente de cambio manual, es 7 km/h menos veloz y 0,3 segundos más rápido, respectivamente.

Aunque ya hemos hablado en detalle de sus cualidades, en pruebas como las que tienes en los enlaces superiores, no está de más recordar que el C5 Aircross es un SUV amplio y espacioso, en el que destacan los asientos Advanced Comfort, que potencian el confort y la sujeción del cuerpo.

Las plazas traseras no se quedan atrás, ya que cuentan con asientos individuales, complementados por una banqueta con 15 centímetros de regulación longitudinal, que permite disfrutar de una dosis extra de espacio.

Respecto al maletero, alcanza unos notables 580 litros de capacidad, acompañados por la apertura y cierre eléctricos del portón, con accionamiento de tipo manos libres.

Desde el punto de vista dinámico, el rendimiento del conjunto es muy satisfactorio, ya que el propulsor es voluntarioso y mueve con alegría los 1.430 kilos del coche, sin transmitir una sonoridad demasiado alta al habitáculo (aunque es cierto que se percibe su naturaleza tricilíndrica).

El cambio trabaja a la perfección, sin necesidad de recurrir a las levas: casa a la perfección con la comodidad del coche y actúa con precisión. De hecho, durante la prueba, apenas hemos recurrido a las levas.

Ahora bien, al volante, resulta evidente que el coche está claramente enfocado al confort, lo que tiene su aspecto positivo (es tremendamente cómodo) y una parte menos buena (no ofrece las sensaciones más dinámicas de la categoría).

En el acabado Shine (el que hemos conducido), tecnológicamente hablando, el C5 Aircross ofrece todo lo que se espera de un modelo de su categoría: acceso y arranque sin llave, sistema multimedia con navegador y pantalla táctil de 8,0 pulgadas, sistemas de control del ángulo muerto y de alerta por cambio involuntario de carril...

El Citroën C5 Aircross está a la venta desde 23.750 euros (21.650, con descuento), aunque para disfrutar de esta variante con el motor PureTech 130 y el cambio EAT8, hay que desembolsar un mínimo de 29.750 euros (27.950, con descuento).

Citroën C5 Aircross Shine PureTech 130 S&S EAT8

Motor Gasolina, 3 cilindros en línea, turboalimentado, 1.199 cm³
Potencia 130 CV a 5.500 rpm / 230 Nm desde 1.750 rpm
Caja de cambios Automática con convertidor de par EAT8, 8 velocidades
0-100 km/h 10,3 s
Velocidad máxima 188 km/h
Consumo 6,9 l/100 km
Tracción Delantera
Peso en vacío 1.430 kg
Número de asientos 5
Capacidad del maletero 580 l
Precio base 32.450 euros