Sin lugar a dudas, hablar del BMW M5 es hacerlo del modelo que ha marcado la historia de la división deportiva del fabricante bávaro. Una berlina prestacional, nacida en 1984, que celebra su 35 cumpleaños en plena forma, tal y como demuestra el BMW M5 Competition 2019.

Para celebrarlo, ponemos a prueba esta variante tan especial, la más potente jamás ensamblada, en un escenario único como es el circuito del Jarama.

Galería: Prueba BMW M5 Competition 2019

Si aún no recuerdas qué ofrece este potente BMW, simplemente te daremos tres datos: 625 CV de potencia, una velocidad máxima de hasta 305 km/h y una aceleración de 0 a 100 cifrada en 3,3 segundos. No es una mala carta de presentación, ¿verdad?

Ahora bien, comencemos por el principio. Hoy en día, el fabricante bávaro ofrece un M5 'convencional', con 600 CV y una tracción a las cuatro ruedas bastante curiosa, que se denomina M xDrive y que permite enviar toda la fuerza al eje trasero, siempre que el conductor así lo desee.

Sobre esa base, el modelo que hoy te presentamos es capaz de ir un poco más allá, en todo los sentidos: acelerar más rápido, frenar más tarde, pasar más rápido por la misma curva, derrapar unos centímetros más... En resumen, 'radicaliza' a un modelo ya de por sí exigente con el conductor.

 

Y lo mejor de todo, es que juega al despiste con el diseño, similar al del M5 estándar. Tal vez, solo los más expertos lo consigan diferenciar, gracias a las llantas de aleación exclusivas de 20 pulgadas o a los distintos elementos que adopta, en color negro brillante: tubos de escape, difusor trasero, riñones de la parrilla delantera...

Por dentro, tampoco existen grandes diferencias, por lo que se mantiene la instrumentación digital, el equipo multimedia con pantalla de 10,25 pulgadas, unos asientos deportivos, más cómodos de lo que pudiera parecer, y algunos detalles en color rojo, como el botón de arranque o los pulsadores 'M1' y 'M2', que permiten memorizar distintos parámetros de conducción.

Prueba BMW M5 Competition 2019

BMW M5 Competition 2019: la clave está en el motor

Como ya mencionamos en la primera prueba, la novedad más sorprendente no se ve, pero se siente. Estamos hablando del propulsor 4.4 V8 de gasolina, biturbo, que el representante germano esconde debajo del capó.

Y tras probar de lo que es capaz en la variante de 600 CV, aún seguimos sin encontrarle sentido al 'upgrade'. ¿Por qué hacerlo? La respuesta es sencilla: porque BMW puede hacerlo. Y encima, porque le permite marcar distancia con sus grandes archienemigos: los Audi RS 6 Avant y Mercedes-AMG E 63 S 4MATIC+.

Prueba BMW M5 Competition 2019

Gracias a una nueva gestión electrónica del motor, que aumenta la presión de soplado de los turbocompresores, la potencia escala hasta los mencionados 625 CV, mientras que el mar máximo llega a los 750 Nm, con un rango de utilización entre las 1.800 vueltas y las 5.800.

Para acelerar de 0 a 100 km/h emplea tan solo 3,3 segundos y solo necesita 10,8 segundos para llegar a los 200 km/h. Entrando en un plano más técnico, encontramos unos soportes del motor más rígidos, ubicados 7 milímetros más cerca del suelo, o unos muelles de la suspensión que han ganado un 10% de rigidez. Todo, para afinar la dinámica de conducción.

Más proclive a los circuitos que a las carreteras sinuosas, el M5 Competition tampoco tiene problemas a la hora de enfrentarse a tramos de curvas lentas y mal asfalto. Sin embargo, en ese terreno, siempre se desenvolverá mejor un modelo más ágil como el M2 Competition.

Prueba BMW M5 Competition 2019

Dicho esto, la puesta a punto del modelo germano es sobresaliente, dado que es tan eficaz como confortable, dependiendo de lo que exija el conductor en cada momento. Lo que, por cierto, habla muy bien del trabajo de los ingenieros de la marca y de la suspensión adaptativa.

Ahora bien, no resulta sencillo apreciar grandes diferencias entre un M5 de serie y un M5 Competition (puedes leer la prueba del M5 aquí). En parte, porque el empuje del motor sigue asustando tanto, que no te queda demasiado tiempo para pensar. En parte, porque si encuentras una recta adecuada en el circuito, puedes alcanzar los 305 km/h.

Es cierto, sí que se nota algo más de ligereza, un plus en fases de aceleración, una dirección algo más directa y un punto extra de agilidad. Porque en lo referido a la capacidad de tracción, parece tan efectivo y divertido como el modelo del que deriva. Y el cambio automático con convertidor de par M Steptronic, de ocho relaciones, no es más que la guinda del pastel.

¿El precio por disfrutar de un modelo como este? 148.199 euros. Esa es la cifra que te permitirá disfrutar de uno de los modelos que marca el tope de potencia actual de la marca.

BMW M5 Competition

Motor Gasolina, 8 cilindros en V, biturbo, 4.395 cm3
Potencia 625 CV a 6.000rpm / 750 Nm entre 1.800 y 5.800 rpm
Caja de cambios Automática con convertidor de par M Steptronic, 8 velocidades
0-100 km/h 3,3 s
Velocidad máxima 305 km/h (con M Drivers Package)
Tracción Integral M xDrive
Consumo 10,7 l/100 km
Peso en vacío 1.865 kg
Número de asientos 5
Capacidad del maletero 530 l
Precio base 148.199 euros