De un tiempo a esta parte, Opel está volviendo a recuperar unas siglas que han sido bastante importantes en su historia reciente: GSi. Y, aunque el último miembro en unirse a esta nueva corriente deportiva ha sido el Corsa, todo empezó con la familia Insignia.
Por eso, hoy ponemos a prueba el Opel Insignia Sports Tourer GSi 2019, una berlina familiar que se atrevió a iniciar esta nueva etapa, de reminiscencias principalmente 'ochenteras', dejando atrás la denominación OPC (Opel Performance Center).
Opel Insignia Sports Tourer GSi 2019: hecho para agradar
Estéticamente, no le podemos poner ni un pero a este deportivo familiar, más allá de que sus proporciones son bastante mayores que las de un Audi S4 Avant o un Skoda Octavia RS Combi, por poner un par de simples ejemplos. De que así sea, se ocupan sus 4,99 metros de largo, 1,87 de ancho y 1,49 de alto, que se combinan con una distancia entre ejes de 2,83 metros.
Estos datos son prácticamente calcados a los del resto de versiones que componen la gama Sports Tourer convencional, aunque, de cara a diferenciarse, cuenta con algunos elementos específicos. Estamos hablando de la imagen exclusiva del frontal, las llantas de aleación de 20 pulgadas, el paragolpes trasero sobredimensionado o la doble salida de escape.
Aunque entre todo, lo más importante es la inclusión de un equipo de frenos firmado por Brembo, con discos de 345 milímetros, en el eje delantero. Un aspecto esencial, dado que el peso en vacío del conjunto asciende hasta los 1.641 kilos.
Con espacio para todos... y todo
Obviamente, las generosas dimensiones se traducen en una habitabilidad sobresaliente, en todos los sentidos. La postura al volante es buena, potenciada por unos excelentes asientos deportivos, que cuentan con calefacción y ventilación.
Además, otro aspecto que se agradece, es que hay menos botones en la consola que en el modelo precedente. ¿Y la calidad? Pues es bastante buena, quitando algunos detalles menores, como el tacto de algún mando o el ajuste de distintas molduras.
Pasando a las plazas trasera, el espacio es muy, muy bueno, tanto en distancia para las piernas como en anchura o altura libre al techo. ¿Se puede pedir algo más? Sí, un maletero con 560 litros y apertura y cierre eléctricos del portón, que en caso de necesidad, puede ampliarse hasta los 1.665, con tan solo abatir los respaldos de los asientos.

Gasolina o ciclo diésel, tú eliges
Bajo el capó, el protagonista de esta prueba recurre al motor de gasolina 2.0 Turbo, un cuatro cilindros que entrega 260 CV de potencia y un par máximo de 400 Nm entre 2.500 y 4.000 vueltas.
Obligatoriamente, debe asociarse a una transmisión automática con convertidor de par, de ocho velocidades, y a la tracción total 4x4. De este último sistema, diremos que fue desarrollado por Opel para la nueva gama Insignia, antes de la absorción por parte del Grupo PSA, que se gestiona a través de un embrague multidisco y que cuenta con reparto selectivo de par en el eje trasero, a través del empleo de un doble embrague, prescindiendo de un diferencial al uso. Exactamente, más o menos como sucede en el Ford Focus RS.

Con la ficha técnica en la mano, este modelo declara unas prestaciones más que notables, con una velocidad máxima de 245 km/h y una aceleración de 0 a 100 en 7,4 segundos. Todo, acompañado por un consumo medio oficial (NEDC) de 8,7 litros cada 100 kilómetros... que superará los 10,0 litros con facilidad, en cuanto trates de comprobar de qué es capaz este familiar.
Ahora bien, si prefieres optar por un propulsor de ciclo diésel, porque recorras más kilómetros al año y los hagas casi igual de rápido, existe la posibilidad de optar por la mecánica 2.0 CDTi, con dos turbos y 210 CV de potencia.
Opel Insignia Sports Tourer GSi 2019: así va en marcha
Como es lógico, el motor ofrece una buena respuesta, a lo largo de un rango de revoluciones bastante amplio. Sin embargo, como apreciación personal, parece que le falta algo de 'mala leche', para transmitir unas sensaciones realmente deportivas. Respecto al cambio, es efectivo; sobre todo, en el manejo manual-secuencial, a través de las levas tras el volante. Sin embargo, también parece que le falta un puntito de velocidad.
En marcha, el coche se beneficia de la suspensión adaptativa FlexRide, con tres modos de funcionamiento, Normal, Tour y Sport, que contiene a conciencia los movimientos de la carrocería. También, de una dirección bastante precisa, sobre la que se sostiene un tren delantero realmente certero. Sin duda, es uno de sus principales puntos fuertes... junto a la capacidad de tracción a la salida de las curvas.

Una berlina familiar de 46.700 euros
Ese es el precio que anuncia el Opel Insignia Sports Tourer GSi 2019. Una cifra en la que, además de todo lo mencionado, también incluye un equipamiento tecnológico a la última, con un completo equipo multimedia, conexión wifi 4G Opel OnStar, instrumentación digital, cámara trasera de asistencia al aparcamiento...
Eso sí, aunque se lanzó en enero de este año, ahora mismo, no aparece en el configurador de la web comercial de Opel España, imaginamos que por su incompatibilidad con el nuevo ciclo de homologación WLTP. Veremos si la marca ofrece alguna solución...
Opel Insignia Sports Tourer GSi 260 CV 4x4 Aut.