Puedo asegurarte que KIA no se ha vuelto loca. Ni que se ha liado la manta a la cabeza y se ha lanzado a declararle la guerra a las firmas Premium. Ahora bien, lo que tengo claro, tras llevar a cabo la prueba del KIA Stinger 2018, es que esta incursión puntual en terreno 'vedado' no le ha quedado nada mal.
Por un lado, ha creado una berlina deportiva más que razonable, con un nivel de acabados, tecnología y calidad que le permite colocarse en la zona alta de la categoría. Por el otro, porque el Stinger le ayuda a reforzar su imagen de marca. Y, al hacerlo, beneficia a otros recién llegados, como los Picanto, Rio, Stonic...
Lo importante, la prueba del KIA Stinger 2018
Pero dejemos de hablar de temas intangibles y pasemos a lo importante: cómo es el KIA Stinger 2018. A priori, puedo decirte que es una berlina de cinco puertas, con 4,83 metros de largo, 1,87 de ancho y 1,40 de alto, combinados con una batalla de 2,91 metros.
Sin duda, su diseño resulta llamativo. Incluso extravagante, si lo comparamos con los modelos a los que busca enfrentarse... y que lucen los emblemas de Audi, BMW, Infiniti o Mercedes-Benz.
Sus rasgos proceden de un prototipo que la marca presentó en el salón de Frankfurt del año 2011: el GT Concept. Y lo cierto es que, en directo, te enamora o lo ves extraño y recargado; no tiene término medio.
Disponible con nueve colores exteriores (seis de ellos, exclusivos) y llantas de aleación de entre 17 y 19 pulgadas, destaca la parrilla frontal Tiger Nose, en línea con los últimos lanzamientos de la marca, y el trabajo aerodinámico llevado a cabo en la carrocería.
En este sentido, cuenta con tomas de ventilación en el paragolpes frontal y salidas de aire en las aletas delanteras, al más puro estilo BMW, y un discreto alerón trasero que se funde con el portón ¿Y las tomas sobre el capó? No te preocupes por ellas, son de mentira...
Por lo demás, el conjunto se remata con algunos otros detalles llamativos, como la cuádruple salida de escape o el difusor trasero, bastante 'pintón', por cierto.
Respecto al habitáculo, aprueba con nota, teniendo en cuenta el espacio que ofrece para cuatro adultos. Unos ocupantes que, por cierto, disfrutan con detalles como la calefacción en todos los asientos o ventilación en los delanteros. ¿Y el maletero? Pues declara 406 litros; 1.114 litros, si se abaten los respaldos traseros (en proporción 60/40).
Tres motores y hasta 370 CV de potencia
La oferta del KIA Stinger 2018 está compuesta por un trío mecánico, con un motor de ciclo diésel y dos de gasolina, todos turboalimentados y asociados a una transmisión automática con convertidor de par, de ocho marchas.
Empezando por el de gasóleo, bajo la denominación 2.2 CRDi, encontramos un bloque de cuatro cilindros que entrega 200 CV y 440 Nm de par máximo, combinado con un consumo de 5,6 litros cada 100 kilómetros.
Además, en este caso, permite escoger entre propulsión trasera o tracción total. En general, de él diremos que responde con fuerza y que su agrado de conducción es bastante elevado, a pesar de su naturaleza turbodiésel.
Respecto a la variante de acceso de gasolina, se trata del 2.0 T-GDi, también con cuatro cilindros, pero con 255 CV de potencia, 353 Nm de par y 7,9 litros de consumo medio homologado. Datos que le permiten alcanzar los 240 km/h y acelerar de 0 a 100 en 6,0 segundos.
En este supuesto, solo se combina con la propulsión trasera y ofrece una conducción que ya podríamos catalogar como deportiva para un espectro bastante amplio de conductores.
Eso sí, quien busque la máxima deportividad debería decantarse, sí o sí, por la variante dotada de la motorización 3.3 T-GDI, un V6 biturbo de 370 CV y 510 Nm de par máximo. Asociado en exclusiva a la tracción total, alcanza los 270 km/h, acelera de 0 a 100 en 4,9 segundos y consume 9,9 litros cada 100 kilómetros.
¿Cómo va la versión más potente?
Nada más poner un pie en Mallorca, durante la presentación internacional, lo primero que hago es ponerme al volante de la versión V6... en el sinuoso Circuit Mallorca Lluchmajor. Desde luego, las primeras sensaciones no podrían ser más puras.
Inmediatamente, lo que me llama la atención al ajustarme en el puesto de conducción es lo bajo que resulta (4,5 centímetros más que un Optima, para ser exactos) y la calidad de la que presume el habitáculo.
También, la ruleta desde la que se acciona el control dinámico de la conducción, con cinco programas predeterminados: Smart (automático), Eco, Comfort, Sport y Sport+.
Con ellos, se gestionan diversos parámetros, como la respuesta de la dirección, el pedal del acelerador, la dirección, la suspensión adaptativa, el cambio, la entrega de par, el umbral de actuación del control de estabilidad o el sonido que llega hasta el habitáculo.
Dicho esto, arranco y lo primero que me sorprende es la agilidad con la que el coche se mueve en un circuito tan 'ratonero'. A fin de cuentas, no es pequeño ni ligero. Sin embargo, la dirección resulta precisa y la suspensión contiene con firmeza el conjunto... pero sin transmitir sensación de dureza.
El motor sube de vueltas con alegría y empuja con mucho brío, mientras que el cambio trabaja con suavidad y rapidez. Eso sí, en reducciones rápidas, a veces no cumple al momento con lo que le solicito a través de la leva.
Tampoco me gusta el sonido que se emite a través de los altavoces del equipo de sonido (en los modos Sport y Sport+); sin duda, resulta más artificial de la cuenta (aunque en el turbodiésel este efecto se percibe aún mejor).
Otro aspecto que me me parece destacable es como, en los programas más dinámicos, que supuestamente desactivan el control de estabilidad, es fácil redondear la salida de las curvas a base de acelerador y deslizamiento de la zaga. Vamos, lo que viene siendo sobregirando. Eso, y lo predecibles que son sus reacciones.
Sin embargo, la sensación que tengo, cuando le 'provoco' más de la cuenta, es que la electrónica permanece latente... para evitar disgustos.
Lo que funciona a la perfección, y eso que tiene trabajo, es el equipo de frenos que equipa el acabado GT, firmado por Brembo, tanto por resistencia a la fatiga como por el tacto que transmite el pedal.
A la venta desde 37.900 euros
Antes de pasar a hablar de precios, haremos una última aclaración técnica. Las versiones de propulsión trasera cuentan con un diferencial de deslizamiento limitado (LSD), mientras que las de tracción total recurren al empleo de un embrague multidisco. En este supuesto, en caso de necesidad, puede enviar un máximo de hasta el 40%, al eje delantero, y el 100%, al trasero.
Pasando al tema económico, la gama española del KIA Stinger 2018 se articula en cuatro acabados: Style, xTreme y GT Line, para los dos motores de cuatro cilindros, y GT, para el 3.3 V6.
¿Y los precios? Pues no cuentan con ningún tipo de descuento, por lo que arrancan en los 37.900 euros, para el turbodiésel de acceso, y finalizan en los 54.150, para el V6. Unas cifras que, según la marca, se traducirán en unas ventas de 250 unidades al año en nuestro mercado.
Ahora bien, a su favor diremos que el equipamiento es generoso. Incluso, en la versión más asequible, que ya incluye siete airbags, llantas de aleación de 18 pulgadas, asistente de luz de carretera, control de velocidad de crucero adaptativo, luces de conducción diurna de tipo LED, cámara trasera de asistencia al aparcamiento, navegador, pantalla de 7,0 pulgadas, Apple CarPlay, Android Auto y acceso y arranque sin llave.
Todo, sin olvidarnos de ayudas a la conducción, con sistemas como el activo de alerta por cambio involuntario de carril, de reconocimiento de señales de tráfico o de frenada de emergencia automática, con detección de peatones, e incentivos como los siete años de garantía o tres de mantenimiento gratuito. ¿Quién da más?
Prueba KIA Stinger 2018, todos los precios:
Motor (gasolina) | Potencia | Precios oficiales |
2.0 T-GDi Style | 255 CV | Desde 38.900 euros |
2.0 T-GDi xTreme | 255 CV | Desde 42.650 euros |
2.0 T-GDi GT Line | 255 CV | Desde 48.150 euros |
3.3 T-GDi GT Line | 370 CV | Desde 54.150 euros |
Motor (diésel) | Potencia | Precios oficiales |
2.2 CRDi Style | 200 CV | Desde 37.900 euros |
2.2 CRDi xTreme | 200 CV | Desde 41.650 euros |
2.2 CRDi xTreme 4x4 | 200 CV | Desde 43.650 euros |
2.2 CRDi GT Line | 200 CV | Desde 47.150 euros |
2.2 CRDi GT Line 4x4 | 200 CV | Desde 49.150 euros |
KIA Stinger 3.3 T-GDi GT 4x4 370 CV