En 2014, Citroën dio en el clavo. El C4 Cactus se convirtió rápidamente en un éxito de ventas, gracias a una fisonomía verdaderamente diferente y, todo hay que decirlo, a unos precios muy ajustados. Ante el acierto, la marca francesa ahonda en esta línea estética para seguir triunfando. De este modo, surge el Citroën C3 2017, que ponemos a prueba con el motor de gasolina PureTech 110 S&S.
Si un coche entra por los ojos, tiene una gran ventaja frente al resto. El utilitario galo es capaz de congregar muchos comentarios positivos al respecto. Es más, te puedo asegurar que, en los días de prueba, ha recibido multitud de elogios de personas con edades muy dispares. Una vez más, parece que Citroën tiene todo a su favor para sumar muchas ventas.
Atractivo innegable
Aunque los gustos son muy personales, pocos pueden negar que el C3 resulta atractivo y hace clavar miradas en él. Su imagen campera, más los ya famosos Airbump, de serie en el acabado Shine, le sientan como un guante al francés. El frontal de la casa, así como los pilotos traseros con efecto tridimensional, completan un conjunto tan atractivo como lleno de frescura y desparpajo.
En el habitáculo, se mantiene esa sensación de descaro lograda en la carrocería. El salpicadero está conformado, mayoritariamente, por materiales de tacto duro, aunque de buen aspecto y perfectamente ensamblados. La pantalla central de 7,0 pulgadas aglutina todos los parámetros disponibles, incluida la climatización.
Personalmente, considero que las distracciones al volante aumentan con los mandos táctiles, por el simple hecho de tener que mirar dónde pulsar exactamente. También es cierto que, con el paso de los días, el conductor gasta menos tiempo en accionar los comandos.
Citroën ConnectedCam, vídeos a bordo
Sorprendentemente, la instrumentación es de corte clásico. Está formada por dos esferas analógicas y un "display" central, que muestra los datos del ordenador de a bordo. La parte más vanguardista la representa la Citroën ConnectedCam, una cámara de alta definición que puede tomar fotos o grabar vídeos de hasta 20 segundos, pulsando un botón en el retrovisor central. Es una opción que cuesta 300 euros.
En caso de accidente, este dispositivo guarda los 30 segundos previos y los 60 posteriores al incidente, como posible argumento de defensa frente al culpable. La memoria interna de la cámara alcanza los 16 gigas, mientras que el ángulo de visión llega a los 120º.
La amplia regulación en profundidad del volante facilita encontrar la postura de conducción deseada, mientras que, por el contrario, la ausencia de asideros y de un plafón de luz posterior dificulta la sujeción y la visión de algunos pasajeros, respectivamente.
Espacio interior normal
Centrándonos en la habitabilidad, la altura disponible en los asientos posteriores limita a adultos de talla media el uso de los mismos. Eso sí, el inteligente diseño de la guantera del acompañante permite adelantar mucho el asiento delantero, de tal forma que, detrás, se ganan unos valiosos centímetros para las piernas. Además, la plaza central es más cómoda de lo habitual, pues ni la banqueta ni el respaldo están sobreelevados.
Por último, el maletero cubica 300 litros, una cifra elogiable. Si se abaten los asientos traseros, no queda una superficie de carga plana, sino que se genera un escalón. Para solventar un posible pinchazo, el kit es la solución disponible de serie. Pagando un extra de 120 euros, se puede acoplar una rueda de repuesto con un tamaño menor a las otras cuatro: 185/65 R15 frente a 205/50 R17.
Así va el nuevo Citroën C3 2017
¿Qué podemos esperar del coche? En términos dinámicos, sorprende la comodidad con la que se viaja a sus mandos. Es tal el confort, que rememora aquellos Citroën de épocas pasadas, capaces de absorber de forma magistral todas y cada una de las irregularidades de la carretera.
Esta cualidad no entra en pugna con la estabilidad general del vehículo. Lógicamente, la carrocería oscila de forma palmaria en tramos revirados y al pasar por juntas de dilatación, pero el C3 brinda una nobleza suficiente en todo tipo de escenarios. En resumen, satisface más en la ciudad y en carreteras sencillas, donde los kilómetros pasan sin que el cansancio apenas haga mella en el conductor.
La dirección tiene un marcado carácter urbano, pues está muy asistida y no informa con precisión del contacto de los neumáticos con el suelo. También los asientos delanteros están pensados para la ciudad, pues se pueden ubicar en una posición elevada y apenas tienen sujeciones laterales, para evitar que el cuerpo se desplace en las curvas.
Recomendable el PureTech 110 S&S
En el plano mecánico, el motor de gasolina turboalimentado PureTech 110 S&S, de 1,2 litros y 110 CV, resulta elogiable en varios apartados. Gracias a su buen rendimiento desde bajas revoluciones, el C3 puede salir de la ciudad ofreciendo un buen nivel de prestaciones. Como muestra, el coche acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos. Además, la sonoridad mecánica resulta muy escasa, hasta el punto de que, al ralentí, apenas se percibe.
Su arquitectura tricilíndrica solo se hace patente en recorridos urbanos, principalmente en salidas desde parado, mientras que, a velocidades de crucero, no se genera ningún tipo de vibración. Este propulsor se asocia a un cambio manual de 5 velocidades, con desarrollos perfectamente escalonados, de tal forma que apenas se echa en falta una marcha más.
Mezclando más recorridos interurbanos que por la ciudad, el gasto de combustible se ha movido en torno a los 6,4 litros cada 100 kilómetros. En definitiva, como alternativa al diésel BlueHDi 100, parece una magnífica solución. Como detalle mejorable, el accionamiento del pedal del embrague resulta algo duro, lo que resta confort, principalmente, en trayectos urbanos.
Tarifa asequible
Como conclusión, el nuevo Citroën C3 debería ser uno de los utilitarios de moda en estos meses. En el caso de esta versión PureTech 110 S&S Shine, cuesta 18.550 euros. No se nos antoja un precio prohibitivo, más aún teniendo en cuenta los descuentos existentes por las promociones y la financiación.
Si el C4 Cactus está copando buenos registros comerciales, el C3 también debería subir muchos puestos en el listado de ventas. Lo que está claro es que Citroën va a seguir apostando por esta imagen, como ya demostró en el prototipo que adelanta el sustituto del C4 Aircross. La frescura está más en boga que nunca...
Equipamiento de serie: Airbags frontales, laterales y de cabeza para conductor y acompañante, sistema antibloqueo de frenos ABS, asistente al arranque en pendientes, control de estabilidad ESP, cámara trasera de asistencia al aparcamiento, sistema de monitorización de presión de los neumáticos, climatizador automático, llantas de aleación de 16 pulgadas, luces de conducción diurna con tecnología de tipo LED, Airbump laterales, sensores de lluvia e iluminación, carrocería bitono, volante multifunción acabado en cuero, Bluetooth, puerto USB, pantalla táctil de 7,0 pulgadas y tecnología Mirror Screen.
Opciones: Citroën ConnectedCam (300 euros), navegador Citroën Connect Nav (500 euros), llantas de aleación de 17 pulgadas (desde 250 euros), tapicería mixta de tela y cuero (500 euros) y techo panorámico (500 euros).
CITROËN C3 2017 PURETECH 110 S&S