Al margen de disponer de un juego de neumáticos de generosas dimensiones, el Volkswagen Golf Mk2 que estás viendo resulta bastante discreto en términos de diseño (y no digamos ya para tratarse de una preparación).

Sin embargo, esconde un potente sistema de tracción a las cuatro ruedas, junto a una mecánica de seis cilindros turboalimentada, que no tiene nada que envidiar a la mayoría de los superdeportivos modernos de la actualidad.

Construido y pilotado por Kim Paetz, este Golf esconde un bloque VR6 de 2,9 litros procedente de un Volkswagen más moderno, altamente modificado para soportar el empuje de un turbocompresor BorgWarner EFR 9180.

Según Engine Swap Depot, la configuración genera 910 CV y 1.000 Nm de par motor. Todo ese empuje llega a las ruedas a través de una transmisión secuencial de cinco velocidades y un moderno sistema de tracción total 4Motion.

El canal de YouTube VeeDubRacing consiguió grabar un vídeo del coche de Paetz participando en el evento L8Night, celebrado el mes pasado en Lausitzring, a las afueras de Berlín.

En las imágenes, vemos al Golf clásico modificado realizando varias tandas de cuarto de milla (402 metros) con total naturalidad, así como algunos excelentes 'burnouts' (quema de neumáticos) a las cuatro ruedas. 

En las tandas, Paetz fue capaz de exprimir un mejor tiempo de 10,07 segundos a 240 km/h. Aunque esa cifra no puede compararse con la de superdeportivos modernos como el Rimac Nevera o el Porsche 911 Turbo S, sigue siendo increíblemente rápida.

Pero lo que resulta todavía más impactante es ese registro, si se tiene en cuenta la forma 'poco' aerodinámica de la carrocería del coche y la falta de tracción en la salida. Con una mejor arrancada, apostamos a que este coche podría parar el cronómetro en los 9 segundos. ¿Tú qué crees?