La producción de 40 unidades del Marsien avanza a buen ritmo. El superdeportivo construido por Marc Philipp Gemballa GmbH, considerado el heredero espiritual del Porsche 959, se agotó en los primeros meses tras su presentación en 2021 y ya está llegando a propietarios de 16 países de todo el mundo.

Derivado de un 911 Turbo S (unos 250.000 euros), para la conversión a Marsien había que estar dispuesto a desembolsar al menos otro medio millón de euros extra. Hablamos, por lo tanto, de unos 750.000 euros para el proyecto completo. 

Componentes personalizados

Un equipo de ingenieros que ha participado en carreras de coches, como las 24 Horas de Le Mans, ha contribuido al desarrollo del Marsien. El supercoche alemán cuenta con 422 componentes personalizados, entre ellos la suspensión ajustable KW (formada a su vez por más de 30 componentes específicos), el sistema de escape de titanio y numerosas piezas de la carrocería.

Marc Philipp Gemballa Marsien

Marc Philipp Gemballa Marsien

Entre las características especiales del Marsien está la posibilidad de cambiar la altura libre al suelo de 120 a 250 mm, transformando así el coche de un supercoche de pista a casi un todoterreno. ¡Qué locura!

La carrocería (50 kg más ligera que la del Turbo S) está compuesta por 80 paneles de fibra de carbono y el coche se probó en diversos entornos, desde los -20 °C en Escandinavia hasta los 50 °C en el desierto de los Emiratos Árabes Unidos. Y no faltaron 3.000 km en el Nordschleife del mítico circuito de Nürburgring.

Hasta 830 CV

Los propietarios podían elegir entre dos versiones del Marsien. La opción 'base' utiliza el motor 3.8 bóxer biturbo del 911 Turbo S para producir 750 CV y 930 Nm, con un sistema de escape Akrapovic. El tope de gama, en cambio, está representado por una variante de 830 CV, que puede contar con turbos más grandes, así como con una ECU y una transmisión firmadas por el especialista RUF.

Marc Philipp Gemballa Marsien

Marc Philipp Gemballa Marsien, el interior

Los que se 'conformen' con el Marsien básico podrán divertirse a lo grande tanto dentro como fuera de la pista, con una velocidad máxima de 300 km/h y un sprint de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos.

Además, cada propietario podía personalizar la combinación de pintura y tapicería interior, eligiendo entre Alcantara, cuero, aluminio y fibra de carbono. De hecho, cada uno de los 40 Marsien es único. ¡Quién fuera rico!

El Marsien, visto en vivo

Galería: Marc Philipp Gemballa Marsien