Se ha escrito mucho sobre el papel secundario que ha desempeñado Toyota en el auge de los vehículos eléctricos puros. El mayor fabricante de automóviles del mundo va a la zaga de muchos de sus rivales en la carrera de los coches eléctricos, si hablamos de producto y ventas.
Desde luego, no es ningún secreto que Tesla, el Grupo Volkswagen y las marcas de coches chinas son los nuevos protagonistas. Pero, ¿servirán de algo los más de 20 años trabajando con motores y baterías eléctricas de Toyota, a la hora de recuperar terreno?
La realidad actual de Toyota
Con 22.300 vehículos eléctricos vendidos en todo el mundo, Toyota ocupaba la 29ª posición en el ranking mundial de ventas de BEV por fabricantes (OEM) en 2022. Otras empresas de automóviles menos potentes, como Renault, BMW, Ford y muchas nuevas chinas, vendieron más coches eléctricos que el gigante japonés. De hecho, el total vendido por Toyota representó sólo el 0,2% de sus ventas totales mundiales, con 10,48 millones en 2022.
La oferta se limitó a tres SUV (C-HR chino, bZ4X y Lexus UX) y una familia de furgonetas comerciales (la familia Proace). A modo de comparación, BYD, el mayor fabricante de eléctricos de China, ofrecía 13 modelos diferentes, excluidas las furgonetas; BMW Group disponía de ocho modelos diferentes (i3, i3 sedán, i4, i7, iX1, iX3, iX y el Mini Hatch); y la gama BEV de Stellantis estaba compuesta por nueve turismos y 15 furgonetas diferentes.
Así, mientras la mayoría de los competidores occidentales de Toyota centraban sus esfuerzos y recursos en acelerar la transición, Toyota se dedicaba a mejorar su tecnología híbrida.
25 años de experiencia electrificada
Cuando salió a la venta en diciembre de 1997, el Toyota Prius se convirtió en el primer coche híbrido producido en serie del mundo. Fue el resultado del documento de la Carta de la Tierra anunciado por Toyota en 1992, y que contenía los objetivos de producir vehículos de bajas emisiones. Recordemos que, a finales de los 90, las emisiones producidas por los coches no eran un tema candente en la industria.
En septiembre de 2022, la marca había vendido 5,05 millones de unidades del Prius a lo largo de cuatro generaciones. Y parece que, ahora, ya ha abierto las puertas al desarrollo y adopción de coches eléctricos puros, tras realmente las emisiones medias de su flota a lo largo de estos años.
Y mientras tanto, lleva más tiempo trabajando en trenes motrices y baterías eléctricas que las marcas que ahora están a la cabeza en el ranking mundial de BEV.
¿Qué esperar de Toyota?
Si hay una característica que describe mejor a Toyota es su capacidad para entender los mercados globales. A diferencia de cualquier otro fabricante de automóviles, está presente en casi todos los países, a través de una amplia gama de productos que se ajustan a las necesidades de los diferentes consumidores.
Toyota es la primera opción para quienes buscan un coche nuevo en África, Oriente Medio, Japón, el Sudeste Asiático y Oceanía. Es la marca no estadounidense más popular en Estados Unidos, y el segundo OEM más popular en China, el tercero en América Latina y el quinto en Europa. Sus coches son populares porque son fiables. Y la gente confía en ellos.
En mi opinión, Toyota no es un fabricante de automóviles al que se deba subestimar. Los planes de vehículos eléctricos anunciados en junio y que incluyen el desarrollo de baterías capaces de recorrer hasta 965 kilómetros a partir de 2026, y 1.448 km con una sola carga después de 2028, son sólo el principio de la puesta al día.
Su objetivo es unirse al boom de los VE cuando la demanda esté bien asentada, y tras inspirarse en los grandes fabricantes de eléctricos actuales. Una vez que despliegue todo lo que puede hacer, Toyota podría encontrarse en una posición muy cómoda gracias a su trayectoria, su saber hacer y su presencia internacional. Tres variables que Tesla aún está construyendo.
El autor de este artículo, Felipe Munoz, es especialista en la industria del automóvil en JATO Dynamics.