Los fabricantes de automóviles se enfrentan a un problema con los vehículos eléctricos; sobre todo, con los más deportivos. ¿Cómo se puede transmitir al conductor lo que está haciendo el coche sin el sonido y el tacto de un motor de gasolina y una caja de cambios?
Como fabricante de modelos prestacionales, algunos de ellos incluso bastante apropiados para su uso en circuito, BMW M es consciente de este tema, ahora que se 'asoma' al mundo de los coches eléctricos.
De hecho, el jefe de BMW M, Frank van Meel, declaró recientemente a WhichCar.com que están estudiando la posibilidad de simular marchas, sonidos y vibraciones en sus coches, para que los futuros modelos eléctricos de M (entre los que podrían estar los M3 y M4) transmitan más sensaciones al conductor.
Galería: BMW i4 M50
Según Meel, los conductores no tienen tiempo de mirar el velocímetro de un coche eléctrico cuando están en la pista, dificultando saber lo que está pasando a su alrededor.
En un coche de gasolina, por contra, el sonido y el tacto del motor, el manejo de la palanca o el selector del cambio y la subida o bajada de las revoluciones, permiten al conductor involucrarse mucho más en la acción.
De hecho, salvo contadas excepciones, como el Porsche Taycan, los coches eléctricos suelen tener una transmisión directa de una sola relación.
Aún así, algunos fabricantes ya se están animando a 'salirse' del camino, como es el caso de Hyundai, con el nuevo IONIQ 5 N, que incluye la función N e-shift, que simula la transmisión automática de doble embrague de la marca, en sus coches de combustión.
O por ejemplo, Toyota, que ya en 2022 presentó una patente para una transmisión manual para vehículos eléctricos, que mejoraría la relación entre el coche y el conductor.
Fuente: WhichCar.com.au