Habitualmente los fabricantes de automóviles son bastante reticentes a hablar sobre proyectos cancelados y más aún a compartir datos específicos sobre coches secretos que nunca se hicieron realidad y que, en la mayoría de los casos, ni siquiera fueron desvelados.
Afortunadamente, Porsche ha compartido con el periodista británico Steve Sutcliffe algo de información sobre un coche que estuvo previsto como el sucesor del Porsche 918 Spyder pero que, finalmente, fue descartado por la compañía alemana.
Marcos Marques, Project Manager de eFuels de Porsche, sorprendió con su respuesta al asegurar que antes de dar luz verde al Cayman de cuatro cilindros, la idea original era desarrollar un motor bóxer de ocho cilindros para un modelo completamente diferente.
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El proyecto contemplaba un sucesor de motor central para el 918, basado en el chasis del Cayman, que llegó incluso a convertirse en un vehículo experimental totalmente funcional, y escondía un motor 5,0 litros bóxer biturbo de ocho cilindros, con una potencia de 750 CV y un par motor máximo de 1.000 Nm, nada menos.
Y si estos datos no lo hacen suficientemente deseable, cabe apuntar que dicho motor bóxer era capaz de subir hasta las 9.000 rpm e iba asociado a una caja de cambios manual. Según Marques, era "un coche muy loco y sonaba de maravilla".
Porsche probó aquel monstruoso motor bóxer de ocho cilindros en carretera, cerca de Weissach, durante algo más de un año, antes de finalmente cancelar el proyecto de manera abrupta. El propio Marques asegura que "no era el coche adecuado en aquel momento".
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"En esencia somos una compañía de ingeniería y siempre estamos buscando nuevas respuestas, soluciones diferentes y, a veces, esas respuestas no son necesarias en ese momento concreto. Pero es parte del proceso de ingeniería. Es lo que hace a Porsche una marca de coches única", concluía el directivo.
El fabricante alemán ha asegurado que un sucesor para el 918 Spyder llegará en algún momento, ya que "un hiperdeportivo siempre es parte de la estrategia de Porsche", según el propio CEO de la marca, Oliver Blume, aunque al parecer no llegará antes de 2025.