La cuenta atrás para el R5 eléctrico empezó hace más de dos años, cuando vimos el primer concept. Desde entonces, a medida que Renault ha ido anunciando nuevos detalles, especialmente sobre el posicionamiento de este urbano eléctrico, la curiosidad ha ido creciendo.

Ahora, antes de la presentación oficial que precederá a su llegada a las carreteras, prevista para 2024, Renault ha desvelado las primeras características técnicas y de construcción de su vehículo, explicando en parte cómo un coche vanguardista será también asequible. El secreto está en las baterías, sí, pero no sólo en eso.

Galería: Renault 5 eléctrico 2024: plataforma y chasis

La flexibilidad ahorra dinero

El Renault 5 nace sobre una nueva derivación de la versátil plataforma CMF, a partir de la cual la Alianza Renault Nissan Mitsubishi ha construido la práctica totalidad de la gama actual, tanto modelos de combusión tradicional como híbridos y eléctricos. Para ser exactos, la variante en cuestión es la CMFB-EV, la específica para coches eléctricos del segmento B.

La principal ventaja de esta base flexible es precisamente la reducción de costes: en comparación con el ZOE, el uso de esta plataforma permite una optimización de elementos y diseño que, según la compañía, ahorra hasta un 30% de los costes totales.

Renault 5 eléctrico 2024: plataforma y chasis

Un precio ajustado (se hablaba de 22.000 euros), a pesar de que el coche cuenta con una suspensión trasera independiente multibrazo, elegida para ofrecer un mejor comportamiento. Aunque se trata de una opción compartida por muchos fabricantes, especialmente en vehículos eléctricos de mayor tamaño, es sin duda una rareza en el segmento B.

El Renault 5 eléctrico 2024 será de tracción delantera, si bien no está descartada una versión 4x4 a partir de dos motores. ¿Quizá para el Renault 5 Alpine, con 215 CV, o para otros modelos con esta misma plataforma?

Renault 5 eléctrico 2024: plataforma y chasis

El motor

El motor delantero del R5 confirma la elección de la tecnología de rotor bobinado, ya preferida en el ZOE a la de imanes permanentes y confirmada en el Megane E-TECH eléctrico: la principal ventaja es, una vez más, la economía, favorecida también por la ausencia de metales raros, que se suma a un peso inferior.

A ello contribuye también la nueva arquitectura de los sistemas eléctricos, que reúnen en un solo bloque el convertidor CA/CC que pasa la tensión de los 400 V de la batería a 12 V, la gestión de la energía y el cargador de la batería. Los prototipos que se están probando, con carrocerías Clio V, disponen de tomas de carga frontales, situadas junto al escudo de Renault.

El pack y la arquitectura

La batería con tecnología de 400 V es de nuevo cuño y consta de sólo cuatro grandes módulos, lo que ahorra espacio y peso. Comparada con la del ZOE, pesa un 15% menos y promete una mejor densidad energética. Así, más energía condensada en menos espacio.

Dicha batería también tiene una mejor integración con la plataforma, lo que de nuevo ahorra espacio, pero también contribuye mejor a la rigidez de la estructura y a la reducción de las vibraciones. Renault no ha comentado nada de la autonomía oficial, pero algunos rumores señalan entre 325 y 400 kilómetros en ciclo WLTP. 

Galería: Renault 5 eléctrico 2023