En el salón de Turín del año 1998, Alfa Romeo presentó un prototipo creado por el legendario estudio de diseño Pininfarina, que compartía entrañas mecánicas con el Alfa Romeo 156 de la época, pero lucía una atractiva carrocería spider y biplaza.
Según el fabricante, el modelo no pretendía tomar inspiración de modelos del pasado de la marca, sino mirar al futuro y reinterpretar el concepto spider de Alfa Romeo, con un diseño emotivo y capaz de levantar pasiones entre los aficionados. O al menos aquel era el objetivo, claro.
Galería: Alfa Romeo Dardo concept (1998)
El Alfa Romeo Dardo, que así se llamaba, nació de una iniciativa de la propia Pininfarina (artífice de muchos spider clásicos del fabricante italiano) y se inspiró precisamente en los dardos, proyectiles aerodinámicos con un extremo puntiagudo, así que el propio nombre del prototipo describe bastante bien el coche, que muestra patrones triangulares o formas de 'V' en muchos rincones.
Para su creación, la marca se basó en la plataforma de tracción delantera del 156, aunque quiso convertir el prototipo en una 'barchetta' descapotable y biplaza, que acabó midiendo 4,39 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,25 de alto; es decir, el concept era unos 4 centímetros más corto que el 156 sedán.


En cuanto a la motorización del Dardo, era el mismo bloque 2,5 litros V6 del modelo de calle, que por entonces ofrecía unos 190 CV de potencia en la berlina y permitía al 156 acelerar de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanzar los 230 km/h, aunque del prototipo no se anunciaron especificaciones ni cifras de prestaciones.
A nivel estético destacaba por el prominente frontal con la parrilla de la marca italiana, por sus faros dobles y mirada de 'cuatro ojos', por su largo capó y cortos voladizos, por un parabrisas muy inclinado o por las llantas de 18 pulgadas de diámetro en diseño de cinco círculos, al estilo de las clásicas de la marca.

La zaga, por su parte, también tenía unas curiosas líneas, con una marcada forma de 'V', pilotos tipo bumerán, un llamativo alerón o una salida de escape central y doble, de forma ovalada. En el habitáculo destacaban las dos grandes esferas de instrumentación, el volante de tres radios, asientos Sparco casi de competición, cinturones Sabelt de cuatro puntos, pedalera y pomo del cambio de aluminio o una decoración a tres colores, por ejemplo.
El Alfa Romeo Dardo no llegó nunca a producción, ni hubo intención de ello, ya que se trataba de un mero ejercicio de diseño por parte de Pininfarina, y de hecho los Spider que tuvo a la venta Alfa Romeo en los años 90 y principios del siglo XXI no se parecían en nada al Dardo.