Aprovechando el día de San Valentín, celebrado el pasado martes, el fabricante japonés Mazda creó un Mazda MX-5 muy especial, a pequeña escala y hecho de un material comestible que suele estar muy presente en el Día de los Enamorados.

Lógicamente, hablamos de un MX-5 fabricado con chocolate, pero que resulta impresionante por el nivel de detalle que Mazda ha puesto en el coche. La marca podría haberse conformado con dar forma de automóvil a un trozo de chocolate, pero ha ido mucho más allá.

Galería: Mazda MX-5 de chocolate

De hecho, el MX-5 de chocolate es idéntico al Mazda MX-5 RF de calle, desde la forma de la carrocería, las llantas, las manetas de las puertas, los limpiaparabrisas o la antena posterior, hasta un interior con un nivel de detalle sorprendente.

Entre los componentes de chocolate encontramos un módulo de salpicadero con volante incluido, asientos o elementos mecánicos de la suspensión o el sistema de escape, por ejemplo.

Algunos detalles, como el logotipo de Mazda del frontal y la zaga, o los difusores de aire y los mandos de la climatización del interior, son de color blanco, así que suponemos que estarán hechos con chocolate blanco o bien con azúcar.

 

El pequeño MX-5 está incluso basado en un chasis hecho de chocolate, en el que van instalados por ejemplo el eje de transmisión, la suspensión o el equipo de frenos.

Mazda MX-5 de chocolate

El escape incluye el catalizador y el silencioso, con dos salidas traseras. Incluso los neumáticos de las llantas de radios tienen un nivel de detalle espectacular.

Sin duda se trata de una obra de arte que no apetece comerse, dado el nivel de artesanía de esta creación, obra de Kenta Hasegawa, un repostero que es además el chef de Sucretier, una pastelería de Tokio, en Japón, conocida por todo tipo de dulces. Lo malo es que ni Sucretier ni Mazda pondrán a la venta este MX-5 de chocolate.