Nacido en el año 2002, hace ya dos décadas, y actualmente en su tercera generación, el Porsche Cayenne es, sin lugar a dudas, uno de los modelos más importantes de la historia moderna de la compañía de Zuffenhausen, le pese a quien le pese.

El gran SUV de lujo de la firma alemana llegó con la crucial misión de salvar a la compañía de la quiebra y, afortunadamente, consiguió su objetivo, tras una segunda mitad de los años 90 que no fue precisamente un paseo de rosas para los de Stuttgart. 

Aun así, antes de la llegada del Cayenne al mercado, el fabricante tuvo cinco prototipos diferentes sobre la mesa para lo que se llamó "el tercer Porsche", aunque finalmente solo se consideraron seriamente un lujoso monovolumen y un SUV premium.

Galería: Desarrollo del Porsche Cayenne original

Lógicamente, la segunda de las opciones tuvo más defensores y Porsche decidió lanzar un SUV orientado a las prestaciones, aunque necesitaba un socio para ello, y recurrió en un principio a Mercedes-Benz, que en 1997 iba a lanzar su primer Mercedes-Benz ML.

"En aquel momento nos imaginamos el SUV de Porsche como una versión de altas prestaciones del Mercedes-Benz", explica Klaus-Gerhard Wolpert, vicepresidente de los productos Cayenne entre 1998 y 2010, "con su propio diseño exterior, mucha tecnología del ML, pero motores y componentes de chasis nuestros".

Desarrollo original de Porsche Cayenne

En 1996, la colaboración entre ambas compañías progresaba, pero por alguna razón llegó a su fin hacia finales de aquel año. Porsche y Mercedes tenían "ideas diferentes sobre la relación económica entre ambas empresas", así que hacía falta un nuevo socio para poder finalizar el proyecto de SUV.

Ese socio acabó siendo Volkswagen, ya que aunque Porsche todavía no pertenecía al mismo grupo empresarial que la marca de Wolfsburgo, los ejecutivos de Volkswagen vieron un gran potencial al proyecto y decidieron que "podrían tener un coche como este".

Desarrollo original de Porsche Cayenne

Unos meses después, en junio de 1997, Porsche y Volkswagen unieron fuerzas para diseñar lo que se conocería internamente como el proyecto Colorado, sobre dos grandes SUV de lujo basados en una plataforma Porsche. Los ingenieros de Porsche serían responsables del desarrollo, mientras que Volkswagen se encargaría de la producción de ambos modelos.

Estos dos grandes SUV alemanes compartían componentes de la carrocería y demás soluciones, pero nunca motores, ya que jamás se utilizó un motor Porsche en el Touareg, ni viceversa. El Porsche Cayenne se presentó finalmente en el salón del automóvil de París de 2002, unos años después, y el resto, como se suele decir, es historia.