Un hombre polaco que conducía un BMW se permitió una pequeña sesión de drifting improvisada a la salida de una gasolinera. Fue una oportunidad para comprobar que conoce bastante bien su coche y que no anda mal de 'manos'.
Por desgracia, las cosas no terminaron tan bien como se esperaba. No, no hablamos de ningún accidente ni nada por el estilo, sino de mala suerte, tal y como puedes ver en el vídeo adjunto del inicio de la noticia, captado por una cámara de vigilancia.
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Mala suerte
Después de terminar su bonita cruzada, este conductor de un BMW Serie 3 descapotable se encontró cara a cara, ni más ni menos, que con un coche patrulla de la policía en Maloposka. Tierra, trágame...
Por desgracia para él, terminó su derrape justo delante de los agentes, por lo que le fue imposible negarlo o incluso fingir que no había ocurrido, así que no tenía ninguna escapatoria legal.
Aunque el polaco mantuvo siempre el control del coche, el resultado podría haber sido bastante dramático si la cruzada no hubiera salido bien. Una colisión contra, por ejemplo, un dispensador de combustible podría haber causado daños importantes.
¿Una multa?
En España, por este tipo de 'maniobras', el automovilista podría ser considerado autor de una infracción de conducción temeraria, ya que "desprecia las normas mínimas de seguridad y pone en grave peligro la seguridad de los usuarios de la vía", según reza la Ley sobre Tráfico. Esta sanción supone 500 euros y seis puntos del carné.
La policía polaca fue un poco menos complaciente, ya que el joven de 21 años al volante del BMW fue multado con 5.000 zlotys, unos 1.066 euros, y además le retiraron seis puntos (en Polonia, se puede alcanzar un máximo de 15 puntos).
Sin duda, una sanción elevadísima si tenemos en cuenta el nivel adquisitivo en aquel país. Para colmo, la policía le retiró la matrícula del coche por su mal estado. En fin, el derrape le ha salido muy caro...