Sabemos desde hace ya tiempo que la Comisión Europea tiene intención de prohibir la venta de automóviles nuevos con motores de gasolina y diésel en el año 2035, algo que ha empujado a todas las marcas a acelerar la electrificación de sus gamas.

Alemania, la mayor potencia de Europa en lo que a fabricantes de automóviles se refiere, acaba de posicionarse en contra de esta medida de la Unión Europea, aún pendiente de aprobación.

Al menos así lo ha asegurado el ministro de Transporte de Alemania, Volker Wissing, durante una reunión informal con sus homólogos europeos, celebrada cerca de París, en Francia.

"Queremos permitir los motores de combustión incluso después de 2035", ha afirmado Wissing, pero especificando a continuación que el país solo debería permitir la supervivencia de los propulsores térmicos "si los coches pueden funcionar exclusivamente con combustibles sintéticos".

Porsche

Precisamente algunas marcas alemanas como Porsche llevan tiempo investigando este tipo de combustibles, que serían compatibles con motores convencionales, pero reduciendo de forma drástica las emisiones contaminantes.

Por esto mismo, el ministro alemán confía en que haya "una solución para que los coches no se alimenten con combustibles fósiles". En este sentido, Lamborghini también ha expresado recientemente que esperan que los combustibles sintéticos sean la salvación de sus motores de combustión.

Así lo ha afirmado Volker Wissing: "No podemos confiar únicamente en la movilidad eléctrica o de hidrógeno para el futuro. Tenemos que seguir siendo tecnológicamente neutrales". También ha añadido que "no tenemos suficientes vehículos eléctricos, por lo que debemos aumentar su disponibilidad".

Así pues, parece que la idea de encontrar una "solución intermedia" para lograr la descarbonización está ganando terreno en Alemania, pero también en Italia, donde el responsable de transición ecológica, Roberto Cingolani, ha declarado recientemente que el futuro del automóvil "no puede ser solo eléctrico".