Daimler y la Alianza Renault-Nissan (ahora también con Mitsubishi) formaron una asociación a tres bandas hace aproximadamente una década y, con ella, lanzaron varios modelos conjuntos como resultado.

Por ejemplo, los Infiniti Q30 y QX30, basados en la plataforma de coches compactos de Daimler, la misma que usaban los anteriores Mercedes-Benz Clase A y GLA. Sin embargo, la situación ha cambiado en los últimos meses y parece que la alianza se está desmoronando, poco a poco.

Al parecer, Daimler va a lanzar una oferta a los inversores institucionales por 9,2 millones de acciones, según Automotive News. La participación está valorada en unos 364 millones de dólares al cambio actual.

Este movimiento sigue a la decisión de Nissan de vender toda su participación en el fabricante de automóviles alemán por 1.200 millones de dólares en mayo. En marzo de este año, Renault también vendió su participación en Daimler.

El último modelo conjunto de este vínculo fue el Mercedes-Benz Citan que ilustra esta noticia, una versión ligeramente modificada del Renault Kangoo. La primera generación de este vehículo comercial trajo polémicas porque muchos argumentaban que carecía de la calidad propia de un producto de la casa de la estrella.

También hay que recordar el pick-up Mercedes-Benz Clase X, derivado del Nissan Navara. Lamentablemente, estuvo muy poco tiempo en el mercado, porque las ventas fueron bastante bajas debido a su elevado precio.

Galería: Mercedes-Benz Citan Tourer 2022

Otros frutos de la asociación son el motor turbo de gasolina de 1,3 litros, que se emplea en muchos modelos de Mercedes-Benz, Renault, Nissan o Dacia, así como el Infiniti Q50, que se vendió en Europa con un motor de 2,2 litros de origen Mercedes-Benz.

La firma germana también suministró su caja automática con convertidor de par de nueve velocidades 9G-TRONIC para diferentes vehículos de Nissan e Infiniti a partir de 2018.

Los analistas de la industria dicen que el arresto en 2018 del antiguo CEO del Grupo Renault, Carlos Ghosn, puso en problemas la asociación. En ese momento, tanto Renault como Nissan buscaron formas de recuperar la rentabilidad, quedando en un segundo plano este vínculo. Parece que esta unión tiene los días contados.