Aprovechando la reciente presentación del Range Rover 2022, el todoterreno más lujoso y caro del mercado español (supera incluso al Mercedes-Benz Clase G), nos ha parecido interesante compararlo con el 4x4 más barato, el famoso y querido Suzuki Jimny Pro. ¿Cuál te animarías a comprar?
Si te parece, ya nos responderás en nuestros perfiles de redes sociales, pero antes, no estaría mal que echaras un vistazo a este artículo. No va a ser muy largo, ya que tan solo vamos a analizar las cualidades 'off-road' de cada uno, así como los motores, de forma muy ligera. Para saber todo sobre estos modelos, tienes dos enlaces especiales integrados al final del texto.
Galería: Land Rover Range Rover (2022)
Si comenzamos por el representante japonés, de apenas 3,48 metros de longitud, dispone de tracción total conectable (sin diferencial central), reductora, control de descenso de pendientes y dos ejes rígidos. Su corta batalla, de tan solo 2,25 metros, le permite superar cruces de puentes de forma sencilla.
Como curiosidad, este 4x4 se comercializa como vehículo comercial para sortear las normativas de emisiones. Por este motivo, tan solo dispone de dos plazas, aunque, a cambio, ofrece un enorme maletero con 863 litros. Por este motivo, legalmente solo puede circular a una velocidad máxima de 90 km/h en autovías y autopistas, y a 80 en carreteras convencionales.
Galería: Suzuki Jimny Pro 2021
El único motor disponible en el Suzuki Jimny Pro es un bloque atmosférico de 1,5 litros y 102 CV, que se vincula a un cambio manual de cinco velocidades. Con este binomio, el coche declara una velocidad máxima de 145 km/h.
En cuanto a los precios, como hemos comentado en la entradilla, comienzan en 20.970 euros, sin incluir el impuesto de matriculación. Si el cliente argumenta que el coche va a tener un uso profesional, no hay que pagar esta tasa, que es el 9,75% del precio franco fábrica del vehículo.
Pasemos al Range Rover, que pese a ser un vehículo de máximo lujo, también puede adentrarse perfectamente por el campo, como buen Land Rover. No en vano, disfruta de tracción total inteligente (varía la proporción del par entre ambos ejes), reductora, bloqueo del diferencial trasero, control de descenso de pendientes y seis programas de conducción.
Es más, ofrece una distancia libre al suelo de 30 centímetros, gracias a la cual puede superar vadeos de un máximo de 90 centímetros. Y por si todo esto fuera poco, incluye el Control de Progreso Todoterreno, que es un control de crucero adaptativo para terrenos difíciles, con el que el conductor solo tiene que ocuparse de la dirección.
En materia mecánica, el modelo británico recurre a tres motores de gasolina (dos de ellos, con hibridación ligera y etiqueta Eco) de entre 360 y 530 CV. También se comercializará con otros tres propulsores turbodiésel 'mild hybrid', de entre 250 y 350 CV, más dos opciones híbridas enchufables, con 440 y 510 CV. Para el Range Rover 100% eléctrico habrá que esperar a 2024.
Las tarifas del Range Rover comienzan en 143.300 euros, así que se podrían comprar casi siete Suzuki Jimny con ese desembolso. La verdad es que nos encantaría compararlos no solo teóricamente, como en este artículo, sino también en la práctica, porque representan extremos verdaderamente alejados. Será cuestión de proponérselo a mi director a ver qué le parece...
Mientras le intento convencer, dadnos vuestra opinión sobre estos dos coches y si os molaría más hacer campo con uno o con otro. Nuestros perfiles de redes sociales esperan todos vuestros comentarios.