Aunque no lo parezca, el primer Range Rover vio la luz en 1970. Considerado por muchos como el primer ejemplo real de SUV, el 4x4 británico es un vehículo que combina la versatilidad de un todoterreno con el confort de una berlina y la practicidad de un familiar.
Ahora, con el estreno de la quinta generación, Land Rover quiere dar un paso más para convertir su modelo de éxito mundial, en una verdadera manifestación del lujo y la tecnología que es capaz de poner en liza la firma británica.
Galería: Land Rover Range Rover (2022)
El todoterreno inglés está basado en la plataforma modular MLA-Flex, diseñada para reducir el peso, aumentar el confort a bordo y mejorar la dinámica de conducción. En esencia, la estructura es un 50% más rígida que la del antiguo Range Rover, puede albergar hasta siete personas y es capaz de dar cabida a trenes motrices más complejos, potentes y eficientes.
Al igual que en el anterior, sigue habiendo dos carrocerías disponibles, la estándar y la de batalla larga (LWB), que se diferencian por la distancia entre ejes. El estándar mide 5,05 metros de largo, mientras que el de batalla larga llega a 5,25 metros, lo que supone un aumento de 5 centímetros respecto a la anterior generación.

Al igual que ocurre con iconos como el Defender, el Range Rover debe preservar sus propios cánones estéticos. Por ello, el nuevo modelo es simplemente una evolución estética de todas las generaciones anteriores. Y a primera vista, en algunas zonas, no es fácil distinguir las diferencias con respecto al anterior, pero sin embargo ahí están.

El frontal tiene unas líneas más suaves, como demuestra el coeficiente aerodinámico (Cx), que es de solo 0,30, un verdadero hito al hablar de este tipo de vehículos tan voluminosos.
La parrilla cuenta con un embellecedor cromado con efecto tridimensional, mientras que el diseño de los faros LED (con 1,2 millones de 'microespejos') aporta un nuevo aspecto al Range Rover.
Con los pilares negros, el techo parece colgar sobre el coche, mientras que la revolución más importante está en la parte trasera. La zaga del Land Rover llama la atención con un aspecto menos elaborado que en las generaciones anteriores.

La nueva moldura negra del portón combina con los pilotos verticales de LED que, cuando están apagados, se integran perfectamente en las líneas de la cola. Además, los intermitentes también permanecen 'camuflados' y tienen función dinámica.
El nuevo diseño no ha reducido la practicidad del modelo de lujo inglés. El maletero sigue teniendo doble apertura para facilitar la carga y ofrecer una repisa para guardar objetos o sentarse al final de una aventura por el campo. El volumen oscila entre los 725 y los 1.841 litros.

El interior también sigue esa línea de sencillez en el diseño. El salpicadero tiene un diseño minimalista y la elección de la tapicería (que incluye Ultrafabrics, un tejido especial más ligero y ecológico que el cuero tradicional) y las molduras aportan esos detalles de lujo que esperamos.
Desde el volante de dos radios con aro de cuero en dos tonos, se puede ver el nuevo cuadro de instrumentos digital de 13,7 pulgadas, que también muestra los mapas del sistema de navegación. En el centro del salpicadero se encuentra la pantalla táctil de 13,1 pulgadas del sistema de infoentretenimiento Pivi Pro.

En términos de tecnología y conectividad no hay muchas sorpresas y nos encontramos con todo lo esperado en un SUV de este nivel. Dispone de Apple CarPlay y Android Auto inalámbrico, Spotify y Amazon Alexa. Además, un punto de acceso wifi permite conectar hasta ocho dispositivos, mientras que las actualizaciones del sistema son automáticas en remoto.

Los pasajeros traseros, por su parte, pueden hacer uso de las pantallas táctiles de 11,4 pulgadas instaladas en los reposacabezas de los asientos delanteros. Estos se pueden controlar desde una pantalla montada en el reposabrazos central que permite elegir si se quiere ver una película mediante la conexión a Internet o reproducir otros contenidos multimedia.
Otro detalle llamativo es la purificación del aire de la cabina Pro, que aumenta la seguridad en el habitáculo. Además de los filtros para reducir el CO2 y las partículas de contaminación, puede detener la mayoría de las bacterias y los virus, incluido el COVID-19.

Otro de los aspectos significativos lo encontramos en el trabajo de insonorización. La forma de los retrovisores y los pilares se han diseñado para reducir el ruido aerodinámico, uno de los principales talones de Aquiles de cualquier SUV. Además, como decíamos antes, todo está basado en la plataforma MLA-Flex, fabricada con una mezcla de materiales capaz de transmitir muy poco ruido al interior.
En esta línea, el nuevo Range Rover es el primer coche del mundo que incorpora un sistema de cancelación de ruido en los reposacabezas. Los 35 altavoces del sistema de audio Meridian Signature, de 1.600 W, utilizan acelerómetros y micrófonos para medir el ruido y cancelarlo generando ondas sonoras de baja frecuencia. Según la marca, en general, el nuevo Range Rover es un 24% más silencioso que su predecesor.

Respecto a los motores, el nuevo Range Rover ofrecerá un amplio abanico de opciones, compuestas por hibridación ligera, híbrido enchufable y (pronto) eléctrico. La gama comienza con los híbridos ligeros de gasolina P360 y P400 y los de ciclo diésel D250, D300 y D350. La versión híbrida enchufable (PHEV) tiene una batería de 38,2 kWh y promete una autonomía eléctrica de unos 100 kilómetros, una distancia que, según Land Rover, el 75% de sus clientes recorre a diario.

Las versiones P440e y P510e están equipadas con un motor 3.0 de seis cilindros en línea más un propulsor eléctrico de 105 kW. En el más potente, el P510e, Land Rover afirma que la aceleración de 0 a 100 km/h es de 5,6 segundos y que las emisiones de CO2 son inferiores a 30 g/km. La única variante no electrificada es el P530 con un motor V8 biturbo que es un 17% más eficiente que el modelo anterior. Para el Range Rover 100% eléctrico habrá que esperar a 2024.
La transmisión es automática con convertidor de par de 8 velocidades, firmada por ZF, en conjunción con una reductora de dos velocidades, ideal para sortear los terrenos más complicados a los que se enfrente el nuevo Range Rover.
Versión | Motor | Alimentación | Potencia | Par motor | 0-100 km/h |
P360 | 3.0 6 cilindros | Gasolina Mild hybrid | 360 CV | 500 Nm | 6,3 s |
P400 | 3.0 6 cilindros | Gasolina Mild hybrid | 400 CV | 550 Nm | 5,8 s |
P530 | 4.4 V8 | Gasolina | 530 CV | 750 Nm | 4,6 s |
D250 | 3.0 6 cilindros | Diesel Mild hybrid | 250 CV | 600 Nm | 8,3 s |
D300 | 3.0 6 cilindros | Diesel Mild hybrid | 300 CV | 650 Nm | 6,9 s |
D350 | 3.0 6 cilindros | Diesel Mild hybrid | 350 CV | 700 Nm | 6,1 s |
P440e | 3.0 6 cilindros | Gasolina plug-in hybrid | 440 CV | 620 Nm | 5,9 s |
P510e | 3.0 6 cilindros | Gasolina plug-in hybrid | 510 CV | 700 Nm | 5,6 s |
Se espera que el nivel de confort sea muy alto. El Range Rover está equipado con la suspensión 'predictiva' Dynamic Response Pro, que utiliza los datos del sistema de navegación para interpretar la carretera y adaptar su configuración para optimizar la absorción de los baches.
También mejora la maniobrabilidad a baja velocidad el eje trasero deireccional, que puede orientarse hasta 7,3 grados, reduciendo el radio de giro a solo 11,0 metros. Sin embargo, a velocidades más altas, esta solución mejora el comportamiento del SUV en curvas.

El nuevo Range Rover mantiene sus propiedades todoterreno: 34,7 grados de ángulo de ataque, 29 de ángulo de salida y una distancia al suelo de casi 30 cm para superar vadeos de hasta 90 centímetros.
La tracción total inteligente (iAWD) ajusta la distribución del par entre los ejes de forma automática y el bloqueo del diferencial trasero también está disponible para hacer frente a las situaciones más difíciles. Además, el Terrain Response 2 te permite elegir entre seis modos de conducción para modificar los ajustes del vehículo y adaptarse a los distintos tipos de terreno con facilidad.

El Control de Descenso de Pendientes también está disponible para regular la velocidad en las fuertes bajadas, mientras que el Control de Progreso Todoterreno actúa como una especie de control de crucero todoterreno, gestionando el ritmo del coche en terrenos difíciles.

Por último, el nuevo Range Rover estará disponible en los niveles de acabado SE, HSE y Autobiography, con un precio de partida de 143.300 euros. Durante el primer año, también se comercializará la versión First Edition, basada en el Autobiography, con más dotación de serie y que solo se podrá pedir en color dorado Sunset Gold Satin.
El tope de la gama sigue portando el apellido SV, y se trata de la interpretación más lujosa del SUV británico que, al igual que el PHEV, no estará disponible en el momento de su estreno comercial. Esta versión tendrá una gama más amplia de colores y tapicerías artesanales, así como una serie de características exclusivas, a la altura de los mejores 4x4 de lujo de la categoría.