Con motivo del salón del automóvil de Tokio del año 2003, el fabricante de Hiroshima presentó un prototipo de aspecto retro inspirado en su deportivo por excelencia, el Mazda MX-5, que sirvió como anticipo de la siguiente generación del modelo, la tercera o NC, que llegó al mercado dos años más tarde.

Hablamos de un pequeño roadster de formas redondeadas, llamado Mazda Ibuki, de 3,64 metros de longitud, 1,72 metros de anchura y 1,23 metros de altura. Esto significa que era unos 38 centímetros más corto que el MX-5 NB de segunda generación, algo más estrecho y también más bajo. 

Galería: Mazda Ibuki concept (2003)

Según el fabricante, este Ibuki fue desarrollado para "crear una conexión visual entre pasado, presente y futuro del MX-5". Se presentó precisamente cuando el modelo japonés estaba a punto de pasar de la segunda a la tercera generación. 

A nivel estético, destaca por un frontal y una zaga inspiradas en el MX-5 NA, con sinuosas formas, curiosos faros LED y pilotos ovalados, unas generosas llantas de aleación de magnesio, de 18 pulgadas de diámetro, una salida de escape doble y central o un interior biplaza en tono crema, de corte algo futurista.

Mazda Ibuki concept (2003)
Mazda Ibuki concept (2003)
Mazda Ibuki concept (2003)

El alma del prototipo era un nuevo bloque de cuatro cilindros y 1,6 litros, de gasolina, que gozaba de inyección directa y alzado secuencial de válvulas, pero sobre todo contaba con la asistencia de un motor eléctrico, que además de apoyar en aceleraciones, servía para contrarrestar las vibraciones del motor, lo que permitía a Mazda instalar un volante de inercia más ligero y, por tanto, mejorar la respuesta mecánica, que por cierto iba montada 40 centímetros más atrás y 4,1 centímetros más baja que la del NB.

Hablamos pues de un vehículo híbrido, cuyo sistema ofrecía una potencia de 180 CV y un par motor máximo de 180 Nm. El motor de gasolina, además, iba asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades, con recorridos cortos, que enviaba toda la fuerza del mismo a las ruedas posteriores, exclusivamente.

Mazda Ibuki concept (2003)
Mazda Ibuki concept (2003)

Algunos de los paneles de carrocería del Ibuki estaban fabricados en plástico reforzado de fibra de carbono, lo cual ayudaba a reducir el peso del conjunto, junto a otras medidas como paneles de puertas de aluminio o componentes de fibra de carbono, como el eje de transmisión.

Entre las soluciones más interesantes del modelo destacan los citados faros LED, que no eran habituales en la época, el acceso sin llave o un equipo de sonido cuyos altavoces estaban integrados en los difusores de aire del sistema de climatización de los asientos.