Los neumáticos de nuestros coches tienen una larga historia. Los hay de diferentes tamaños y formas, pero ¿sabías que antiguamente existían iluminados y de colores? Para conocerlos, hay que retroceder en el tiempo hasta los años 60.

En esa época, Goodyear tuvo esta curiosa idea. Además de poder iluminarse con 18 bombillas, estos neumáticos translúcidos podían teñirse de varios colores. La idea era que el conductor pudiera cambiar sus ruedas según su estado de ánimo.

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"El neumático translúcido de Goodyear puede fabricarse en cualquier color para que haga juego con el coche... o quizás con el nuevo traje de su mujer. Un día, una mujer puede decir a su marido: "Charlie, ve a cambiar los neumáticos. Esta noche llevaré mi vestido azul", explicó en 1962 John J. Hartz, director de Desarrollo de Goodyear.

Para crearlos, los ingenieros de la época trabajaron con neumáticos de un material sintético llamado neotano, que tenía la propiedad de ser translúcido. Según Goodyear, además de su llamativo aspecto, estas ruedas formaban parte de un estudio sobre "la posibilidad de crear neumáticos que ayuden a mejorar la visibilidad con mal tiempo".

 

El proyecto se abandonó una década después por motivos de seguridad y por su precio desorbitado. Los conductores estaban tan cautivados por la luz que se olvidaban de mirar la carretera.

Además, los neumáticos luminosos no eran muy seguros con lluvia y mal tiempo, no soportaban las frenadas fuertes y se agrietaban con el calor. A todo esto hay que añadir que, tras unos pocos kilómetros de uso, la suciedad cubría completamente las ruedas, reduciendo su brillo y, por tanto, su valor.

Este invento se utilizó en un coche restaurado y expuesto en el salón de Ginebra de 2019. El vehículo en cuestión se llamaba Golden Sahara II, uno de los primeros prototipos de coche autónomo.

¿Conocías la existencia de estos neumáticos? ¿Lo utilizarías si fueran seguros y duraderos? Nuestros perfiles de redes sociales están esperando tus comentarios.