A pesar de que los motores turbodiésel siguen siendo la solución más lógica para aquellos conductores que hacen muchos kilómetros al año (20.000 o más), nos tenemos que hacer a la idea de que, poco a poco, van a ir disminuyendo su presencia, sobre todo en los vehículos más pequeños.
Así las cosas, es lógico el anuncio que acaba de hacer Renault al respecto. La compañía francesa, por boca de su director general, Luca de Meo, ha confirmado que dejará de invertir dinero en el desarrollo de propulsores de gasóleo de nueva generación.
Sin embargo, la cúpula del fabricante de automóviles ha desvelado que las unidades Blue dCi existentes se adaptarán para cumplir las futuras normas de emisiones, aún más estrictas. Está por ver si los diésel de Renault llegarán a la era Euro 7.
No obstante, viendo cómo la demanda de coches híbridos y eléctricos en Europa supera a la de los diésel, no nos sorprendería que las mecánicas de gasóleo de Renault desaparezcan del mercado en 2025.
Como bien sabrás, muchos fabricantes están abandonando los motores diésel para invertir en cadenas cinemáticas electrificadas. Algunos lo anuncian, como es el caso de Renault, y otros no, pero todos van en la misma dirección.
Lo cierto es que un motor turbodiésel emite menos dióxido de carbono que uno de gasolina con la potencia equivalente, aunque sí algo más de dióxido de nitrógeno, el causante de las 'boinas' de contaminación en las ciudades.
Dentro de las novedades de producto, Renault acaba de lanzar el Arkana, un SUV coupé electrificado y de tamaño compacto, una alternativa económica a los representantes premium con esa misma fisonomía.
También están en marcha la nueva generación del Kadjar, al que ya hemos cazado en fotos espía, y el Renault 5 eléctrico, que aterrizará en 2024. Por cierto, Renault va a limitar la velocidad máxima de todos estos nuevos modelos a 180 km/h, tal y como te explicamos en el enlace que tienes un poco más arriba.