El año 2020 ha sido para la industria del automóvil uno de los peores que recordamos, aunque es cierto que para los modelos clásicos de Bugatti ha sido un periodo de récord. Y es que los cinco coches más caros que se han subastado a lo largo del pasado año han sido, todos, modelos de la marca de Molsheim.
Según los expertos, se trata de algo extraordinario. Que los cinco coches más caros que se venden en subasta pública en un año sean del mismo fabricante es algo que nunca había pasado antes. Así pues, Bugatti ha roto récords en las casas de subasta (los eventos ahora son online, claro).
A medida que pasan los años, los Bugatti históricos van aumentando su valor, y sobre todo los de la época de Ettore y Jean Bugatti, que si son originales y están en buen estado, alcanzan cifras astronómicas.
Es el caso de lo ocurrido este año con algunos de los ejemplares vendidos en las subastas de Gooding & Company y Bonhams. Veamos cuáles han sido estos cinco coches de récord.
Bugatti Type 59 Sports
El coche más caro subastado en 2020 fue este Bugatti Type 59 Sports, con número de chasis 57248, que logró venderse en el evento de Londres de Gooding & Company, en el mes de septiembre, por nada menos que 12,68 millones de dólares, es decir, unos 10,55 millones de euros al cambio actual, lo que lo convierte en uno de los Bugatti más caros jamás subastados.
El modelo en cuestión, Type 59 Sports, fue creado como un coche de carreras para el equipo oficial de la marca y ganó el Gran Premio de Bélgica, en Spa, además de quedar tercero en el GP de Mónaco. Lo pilotaron Robert Benoist, Louis Chiron y René Dreyfus, entre otros, aunque después se convirtió en un coche de calle, comprado por el Rey Leopoldo de Bélgica en 1937.
El coche sigue estando en su estado original, sin restaurar, y esconde un motor de ocho cilindros en línea, con 3,3 litros de cubicaje y un compresor volumétrico. La potencia ronda los 250 CV, aunque otras variantes del motor alcanzaron hasta 380 CV en el Type 59, que se fabricó hasta 1936.
Bugatti Type 57S Atalante
También en la subasta de Londres de Gooding & Company, alguien pagó 10,44 millones de euros por otro Bugatti, en concreto por el Type 57S Atalante de la imagen, número de chasis 57502. Un coche que fue comprado en 1937 por el piloto británico Earl How.
Además, solo existieron 17 ejemplares del Type 57S con la carrocería Atalante. El motor es el mismo 3,3 litros de ocho cilindros, con 175 CV de potencia.
Bugatti Type 55 Super Sport Roadster
El tercero de la lista, un Bugatti Type 55 Super Sport Roadster de 1932, fue vendido por Bonhams en su evento de Amelia Island en marzo de 2020, por un precio de 7,1 millones de dólares, lo que equivale a 5,9 millones de euros.
En total, la marca francesa produjo solo 38 unidades del Type 55 Super Sport, aunque se cree que 11 de los 14 Roadster fabricados siguen todavía en existencia. Esta unidad en cuestión perteneció a Victor Rothschild y después a un profesor de Boston, que lo restauró y logró ganar con él un galardón en su categoría en Pebble Beach, en 1993.
Bugatti Type 35C
Este Bugatti Type 35C Grand Prix de 1928, fabricado originalmente para competir en la Targa Florio de aquel mismo año, logró alcanzar 5,23 millones de dólares (4,35 millones de euros) en la subasta de Londres de Gooding & Company, lo que es un récord para el Type 35.
El coche, que perteneció a la piloto francesa Jannine Jennky y ha tenido solo cuatro propietarios desde 1932, sigue estando en su estado original, con el mismo motor de ocho cilindros en línea y 2,0 litros con el que salió de fábrica, equipado con un compresor Roots y con una potencia de 125 CV. Suficiente para superar los 200 km/h... ¡hace más de 90 años!
Bugatti Type 55 Super Sport
Por último, un aficionado de la marca gala pagó el pasado mes de febrero, en el Rétromobile 2020 de París, 5,07 millones de dólares (4,2 millones de euros) en subasta por este Type 55 de 1931, con número de chasis 55221, que fue primero un coche de carreras, pilotado por Louis Chiron y Guy Bouriat-Quintart, en las 24 Horas de Le Mans de 1932.
Después, su siguiente propietario instaló una carrocería Figoni, y el motor que esconde el modelo es un 2,3 litros de ocho cilindros, en este caso turboalimentado, con una potencia de 160 CV.