Mercedes-Benz está a la caza de todos los récords posibles de Nürburgring. Hace unos días, la marca alemana anunció que el GT 4 puertas 63 S superó su propio registro como la berlina de lujo más rápida en el Ring (otra cosa dice Jaguar con el XE Project 8, sin asientos traseros). Sin embargo, la nueva plusmarca del Mercedes-AMG GT Black Series es, sin duda, más relevante.

Hablamos del mejor modelo de producción en el 'Infierno Verde'... por un margen estrecho. A finales de 2018, el Lamborghini Aventador SVJ logró un tiempo de 6'44"97, mientras que el superdeportivo alemán acaba de firmar 6'43"61, es decir, una diferencia de tan solo 1,36 segundos. ¡Un suspiro!

Ese mejor tiempo corresponde al tramo de 20,6 kilómetros, sin incluir la recta en el tramo T13, la anterior 'medida' oficial, es decir, el mismo trayecto que realizó el Aventador. Si se suman esos 200 metros extra, el biplaza germano paró el crono en 6'48'04.

Por supuesto, el ejemplar utilizado para batir este tiempo es un modelo de producción, sin ningún ajuste especial, algo que es obligatorio para que la marca sea válida.  

El récord es aún más impresionante si se considera la configuración con motor delantero del coche. De hecho, el Black Series se ha impuesto a un mar de rivales con el propulsor en posiciones central o trasera. Es más, es el único vehículo con esta característica que está por debajo de los siete minutos, superando al Dodge Viper ACR y su tiempo de 7'01" en casi 20 segundos.

Por lo que sabemos, Maro Engel, el piloto de GT3 encargado de asumir el reto, hizo uso del control de tracción ajustable en nueve etapas, cambiando entre el sexto y el séptimo programa, dependiendo de la sección de la pista. Las soberbias 'manos' del alemán y la electrónica del coche conformaron una dupla perfecta.

En cuanto a los neumáticos, el coche hizo uso de unos Michelin Pilot Sport Cup 2 R MO, las gomas que incorpora de serie el Black Series. Obviamente, el motor 4.0 V8 biturbo no se potenció, sino que conservó los 730 CV y 800 Nm oficiales. 

Curiosamente, los ajustes aerodinámicos redujeron la velocidad máxima del coche de 325 km/h  a "más de 299", según Mercedes-AMG. Esta configuración sirvió para optimizar el dinamismo en las curvas de alta velocidad. No se hable más: disfruta del vídeo del inicio de este artículo.