Si hacemos un repaso al parque móvil del Papa Francisco en los últimos meses, comprobaremos que ha crecido de una forma bastante significativa. Como en otros casos, se trata de vehículos cedidos por las propias marcas de coches, para que transporten al Santo Padre en sus desplazamientos. El último modelo en sumarse a tan distinguido garaje tiene tintes ecológicos.
Por resumirlo de forma breve, en los últimos tiempos, hemos podido ver al Papa Francisco cerca de un Ferrari Enzo, un Lamborghini Huracán de propulsión trasera, y sobre todo, de un Dacia Duster hecho a medida. Los dos primeros fueron subastados para recaudar fondos para causas sociales, mientras que del Duster no tenemos noticias de que se haya vendido. Ahora, el Papa Francisco podrá disfrutar de las ventajas medioambientales que aporta un Toyota Mirai.
Por si no lo sabías, la traducción de Mirai al castellano es "futuro", y el vehículo japonés alimentado por una pila de combustible de hidrógeno ha sufrido varias modificaciones para adaptarse a las necesidades del Papa.
De esta forma, mientras que la parte delantera permanece prácticamente inalterada, la zona trasera cuenta con una superestructura de color blanco para albergar al Santo Padre, a la que se le ha añadido todo lo necesario para mantener cómodo y seguro al Pontífice en sus desfiles por las calles.
Mientras que el Mirai ahora mide 5,1 metros de longitud, su superestructura añade otros 1,2 metros de altura al original, lo que lo eleva hasta los 2,7 metros desde el suelo. Con el pedigrí de algunos de los coches que Su Santidad ha recibido últimamente, parece una grosería mencionar que el Toyota Mirai es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,6 segundos.
Sin embargo, hablamos de un vehículo destinado para transportar al Santo Padre de forma sosegada, silenciosa y respetuosa con el medio ambiente. Recordemos que la autonomía de este vehículo es de 547 kilómetros y que lo único que sale por sus tubos de escape son gotitas de agua.
También sabemos que Toyota ha entregado dos Mirai al Papa Francisco y que el acto se llevó a cabo en el Vaticano, en una ceremonia a la que asistieron representantes de la Iglesia Católica, del gobierno japonés y de Toyota.
Habrás notado que a diferencia de sus predecesores que se encerraban en una cúpula de vidrio a prueba de balas, el Papa ahora viaja al aire libre. Cuando se le preguntó sobre la falta de protección después de que comenzara su mandato, dijo: "A mi edad, no tengo mucho que perder". Por lo tanto, el nuevo papamóvil comienza su período como el coche del Santo Padre, apostando por tecnologías de futuro.