En la recién acabada campaña de la DGT para controlar las distracciones al volante, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico han empleado 15 nuevas furgonetas camufladas, capaces de multar en marcha.  

Ya conocíamos su existencia, pero ahora sabemos cómo son exactamente. ¿En qué modelo se basan? La mayoría de ellas, 12 unidades, en la nueva Ford Transit Custom, con colores azul, gris y negro. Las otras tres son dos Renault Master y una Fiat Scudo, todas blancas, según informa El Confidencial.

Galería: Radares de velocidad (fijos y móviles)

Estos vehículos no tienen ningún tipo de rotulación y circulan como otro cualquiera, por lo que pasan muy desapercibidos, de ahí que resulte fácil para los agentes descubrir en movimiento conductas sancionables, como usar el teléfono móvil sin un sistema de manos libres o llevar puestos cascos de música.  

Las furgonetas también son implacables a la hora de descubrir a los conductores que todavía viajan sin el cinturón de seguridad abrochado. Junto a ellas, vigilan la red viaria 12 helicópteros Pegasus y tres drones, sin olvidarnos de las 216 cámaras fijas instaladas, más los radares móviles. 

Después de que la comunidad Social Drive nos mostrara las primeras imágenes de las furgonetas, ha sido la propia DGT la que ha enseñado sus modelos, tanto a través de sus redes sociales como mediante su página web oficial. 

Así que ya sabes cómo es la nueva forma de multar del organismo dirigido por Pere Navarro. No obstante, como siempre recordamos, la mejor manera de evitar sanciones es cumplir con la normativa de circulación. De este modo, llegarás a tu destino sin ningún percance... económico. 

 

La DGT nos recuerda que las distracciones al volante suponen más de 300 muertes en la carretera cada año. Es más, se trata de la primera causa de accidentes mortales en nuestro país. Al conducir, solo hay que estar pendiente de eso mismo, y no del teléfono móvil. Y si vamos a manejar el navegador, muchísimo mejor si lo hacemos en parado.

Cabe recordar que este tipo de malas conductas suelen acarrear multas económicas de 200 euros y la pérdida de tres puntos del carné de conducir.