Este año 2020 Skoda celebra su 125 aniversario, pero también cumple 50 primaveras uno de sus modelos más icónicos, un coupé de corte deportivo y motor trasero, del que derivaron muchos coches de competición de la marca, como los Skoda 180 RS, 200 RS y el 130 RS, apodado 'el Porsche del Este'.
Hoy queremos aprovechar para repasar la historia del clásico Skoda 110 R Coupé, un elegante modelo cuya presentación tuvo lugar en 1970, en el salón de Brno, en República Checa, por entonces Checoslovaquia. Se fabricó durante una década en la planta de Kvasiny, hasta el año 1980.
El desarrollo del 110 R, que también fue conocido como 'Erko' en la República Checa, arrancó en 1966, y para marzo de 1968 el primer prototipo salió de la fábrica, con la denominación interna 'Š 718 K'. El prototipo logró alcanzar, durante las pruebas, una velocidad de 145 km/h en las autopistas de la RDA. Un segundo prototipo se completó en marzo del año siguiente, 1969.
Aquella carrocería coupé, de 4,15 metros de longitud, tenía una anchura de 1,62 metros y una altura de 1,34. Era, por tanto, 4 centímetros más bajo que el modelo de tres cuerpos. Lucía una elegante zaga, además de un parabrisas mucho más inclinado y unas grandes puertas, con ventanillas sin marco. El motor trasero, además, enviaba toda su fuerza a las ruedas traseras, así que hablamos de un modelo de propulsión.
Tras ser mostrado en Brno, y también en los salones de París y Turín, la producción del 110 R empezó en 1970, pero para finales de año apenas se habían fabricado 121 vehículos, y las entregas a clientes en mercados extranjeros se retrasaron hasta el segundo trimestre de 1971. Por entonces, el 110 R costaba 78.000 coronas, el equivalente a unos 40 meses de sueldo.

Al mercado llegó con un motor de cuatro cilindros en linea y 1.107 cm3, que ofrecía una potencia de 52 CV a 4.650 rpm y se combinaba con una caja de cambios manual de cuatro velocidades. Anunciaba un consumo de 8,5 litros cada 100 kilómetros y contaba con un depósito de gasolina de 32 litros.
El coche, además, pesaba apenas 880 kilogramos, aunque tardaba 19 segundos en acelerar de 0 a 100 km/h. El equipo de frenos contaba con discos delanteros y tambores traseros. Por dentro, el salpicadero contaba con cinco instrumentos redondos (velocímetro, cuentavueltas, presión de aceite, temperatura del refrigerante y nivel de combustible) o un volante con dos radios de metal perforado.



La versión de competición, modificada por fábrica, apareció en 1973 y participó en carreras tanto en circuitos de velocidad como en tramos de rally. En 1974 aparecieron los prototipos 180 RS y 200 RS (con cambio manual Porsche, de cinco marchas), que debutaron en el Rally de Barum, en junio de ese mismo año.
El más icónico de todos, el Skoda 130 RS, llegó en primavera de 1975, con una jaula antivuelco integrada y elementos de aluminio, como el capó, las puertas o el techo, o de plástico reforzado con fibra de vidrio, en el caso de los guardabarros.

Esta variante de carreras pesaba 720 kilogramos y equipaba un 1,3 litros de cuatro cilindros, con 130 CV, dos carburadores Weber de doble cuerpo y lubricación por cárter seco, y lograba una velocidad punta de 230 km/h. Ganó el campeonato de constructores del Campeonato de Europa de Turismos de 1981, además del Rally de Monte Carlo de 1977.
A lo largo de su década de vida, el 110 R se fue renovando, incluyendo por ejemplo cuatro faros delanteros (a partir de 1973), asientos con reposacabezas o llantas de 13 pulgadas para sustituir a las originales, de 14. En total, entre 1970 y 1980 se fabricaron 57.085 unidades.