Existen multitud de vehículos que no se convirtieron en objetos de culto o clásicos reconocidos, a pesar de merecerlo. Técnicamente, no ofrecían una mala calidad, su estética no era ni fea ni bonita y se vendieron en cantidades más que aceptables. Tal vez, llegaron al mercado en el momento equivocado o la publicidad no fue la adecuada. El caso es que modelos como el Renault 14 pasaron sin pena ni gloria.
Estrenado comercialmente en 1976, el Renault 14 llegaba para cubrir un hueco en el catálogo de producto del fabricante francés. Los Renault 4 y 16 consiguieron aumentar la expectación por la firma francesa gracias a sus diseños atrevidos, pero la clase media debía seguir mirando a los Renault 8 y 10, en ambos casos con motor trasero. En los años 70, quedó claro que los modernos compactos, con tracción delantera como el Fiat 127 o el Volkswagen Golf, eran el futuro.
De este modo, Renault se apresuró a desarrollar un modelo de esas características. El resultado fue el Renault 14 (R14 para abreviar). No existió un predecesor inmediato en la gama de Renault para este vehículo, que anunciaba una longitud de 4,02 metros. Era más largo que el Renault 6, un coche que utilizaba el chasis del Renault 4, pero con un interior más grande y un maletero más pequeño que el del Renault 12.
A diferencia del Volkswagen Golf y otros competidores, el R14 solo se ofrecía con carrocería de cinco puertas. Este vehículo fue el resultado de la cooperación con Peugeot. Así, la mayoría de sus componentes técnicos provenían de la marca del león, mientras que la carrocería y el equipamiento, de Renault.
El Renault 14 estaba propulsado por un motor de aleación ligera (llamado internamente 'Douvrin') procedente del Peugeot 104, que se había ampliado con una cilindrada de 1,2 litros y desarrollaba una potencia de 57 CV.
La transmisión, que estaba situada bajo el propulsor, junto al cárter, se lubricaba con el aceite de la mecánica. El chasis con esquema de suspensión McPherson en el eje delantero, destacó entre sus competidores debido a su elaborado diseño. En este caso, el Peugeot 104 proporcionó el eje delantero, mientras que el eje trasero derivaba del Renault 5.

Las ventajas del vehículo francés eran su cómoda conducción, por encima de la media, su elevada seguridad pasiva y el funcionamiento silencioso del motor. Para un coche de su clase y tiempo, el interior, el espacio y la comodidad de los asientos también eran ejemplares.
El diseño, en general, estaba bien pensado y resultó práctico, siendo su comodidad interior un importante argumento de venta, incluyendo un asiento trasero que podía ser plegado o retirado completamente.

Estéticamente, el R14, con sus pronunciadas curvas redondeadas, se destacaba claramente del diseño de sus competidores y también de la estética de Renault; solo con el exitoso Renault 5 existía una cierta conexión. La inusual carrocería, con la línea de cintura ascendente, en forma de cuña, ofrecía numerosas ventajas prácticas: la forma redondeada proporcionaba mucho espacio y también era más aerodinámica.
A pesar del buen concepto general del Renault 14, su diseño asustó al público, sobre todo porque Renault en Francia anunciaba el coche como si de una gran bombilla horizontal se tratase. Los clientes, sin embargo, no veían esa forma de pera como una solución de diseño destacable, sino como una prueba de falta de solidez y seriedad. Como consecuencia, el término 'pera' (poire) se utilizó como un apodo poco halagador para referirse al R14 en su país natal.

Con todo, el R14 siguió su evolución, estrenando versiones más potente y equipadas, como el motor de 1,4 litros (1979) y el R14 TS (1980). A partir de septiembre de 1979, Renault intentó convencer a nuevos clientes con una ligera actualización de su modelo compacto.
En 1980, Renault anunció un ligero restyling, que incluía la reubicación de los intermitentes delanteros y un nuevo diseño de los guardabarros anteriores. La producción finalizó, en 1983, con exactamente 993.193 unidades vendidas en un período de poco menos de siete años.

El R14 se construyó, entre mayo de 1976 y diciembre de 1982, en la fábrica de Renault en Douai, en el norte de Francia, y en la planta belga de Renault Industrie Belgique en Haren.
Sus sucesores, el Renault 9 y el Renault 11, aparecieron en 1981 y a principios de 1983 respectivamente. Renault ya no se atrevió a experimentar con el diseño y ambos vehículos apostaron por una imagen más conservadora.
Sin embargo, Peugeot utilizó algo más que algunos rasgos estilísticos del Renault 14 en el diseño del 306, que salió al mercado unos 10 años después del final de la producción del R14.

Pero a pesar de casi un millón de unidades fabricadas, el Renault 14 es un vehículo razonablemente difícil de ver en la actualidad. La mayoría de unidades no aguantaron la oxidación de la carrocería por un problema en la protección de la misma.

Incluso en su país natal, Francia, con una mayor disponibilidad de piezas de repuesto y una red de distribuidores más amplia, el R14 es una 'rara avis'. Muchos Renault 14 fueron usados por la policía francesa en los años 80. Como curiosidad, en Gran Bretaña en 2018, solo existían 9 ejemplares del Renault 14 matriculados y en condiciones para circular.