La división de vehículos deportivos y de altas prestaciones de Mercedes-Benz, con sede en Affalterbach, acaba de anunciar el desarrollo de una nueva solución, llamada "eTurbo", para sus poderosos motores turboalimentados, con el principal objetivo de reducir el llamado 'turbo lag'. En principio, deberíamos verlo próximamente en un producto de Mercedes-AMG.

Esta tendencia ya la hemos visto en otros fabricantes, con turbocompresores y compresores eléctricos, que básicamente buscan que la entrega de potencia de los motores sea lo más instantánea posible. Audi, por ejemplo, ya utiliza compresores eléctricos en modelos como el Audi SQ7.

De momento, la casa alemana no ha querido detallar qué futuros modelos podrían contar con esta solución, o más bien, cuál será el primero de todos, porque, sin duda, este tipo de tecnología será equipada en la totalidad de la próxima generación de modelos de la marca.

Aunque el 'turbo lag' es un término bastante conocido entre los más aficionados, es muy posible que la gran mayoría del público no sepa a qué se refiere. Digamos que no es otra cosa que el retraso en la entrega de potencia, debido al tiempo que tarda el turbocompresor en revolucionarse y, por tanto, en hacer efecto sobre el motor.

¿Turbo eléctrico?

Actualmente, esta solución está todavía en desarrollo, junto al especialista Garrett Motion y, según AMG, la tecnología proviene del mundo de la Fórmula 1. En esencia, este turbocompresor equipa un pequeño motor eléctrico, integrado en el propio eje del turbo, entre la turbina movida por los gases de escape y la rueda compresora de 'aire fresco'.

Hablamos de un motor eléctrico tan pequeño que apenas mide 4 centímetros de largo, pero tiene potencia suficiente como para acelerar la turbina antes de que lo hagan los propios gases de escape, de forma que la potencia esté disponible antes y no exista el clásico retraso. Además, la diminuta unidad eléctrica se controla de forma electrónica y puede alimentarse a través de un sistema eléctrico de 48 V.

Mercedes-AMG, nuevo turbocompresor eléctrico

En la actualidad, muchos fabricantes recurren a motores biturbo, con dos turbocompresores, que en algunas ocasiones son uno pequeño y otro grande, que actúan en diferentes momentos, en función de las necesidades, pero este nuevo sistema permite que el turbocompresor grande, que es el más dado a tardar más en revolucionarse, coja velocidad antes, con ayuda del motor eléctrico.

En definitiva, un turbo eléctrico, como el anunciado por Mercedes-AMG, permite que el modelo en cuestión responda al acelerador de una forma mucho más inmediata, a cualquier régimen de giro, mejorando así sus prestaciones. Especialmente interesante resulta el hecho de que, de esta manera, se aumenta el par motor disponible a bajas vueltas, lo que siempre es una ventaja.

Por último, cabe apuntar que Tobias Moers, el actual responsable de Mercedes-AMG, que pasará a ser CEO de Aston Martin el 1 de agosto, anunció hace unas semanas que el futuro GT Black Series tendría una tecnología "nunca vista en AMG", de manera que es probable que sea el primer modelo en incorporar este turbocompresor eléctrico.