Con más de 35 millones de unidades comercializadas, el Volkswagen Golf es, sin duda, uno de los modelos más importantes y exitosos de la historia. Su andadura comenzó el 29 de marzo de 1974, fecha en la que Volkswagen inició la producción en serie del Golf Mk1, en la línea de montaje de la factoría de Wolfsburgo, en Alemania.

En este caso, no obstante, nos vamos a remontar un poco más atrás en el tiempo, en concreto varios meses, ya que el Volkswagen Golf de las imágenes nació el 31 de octubre de 1973, así que se trata de una unidad anterior al modelo compacto de producción.

Galería: Volkswagen Golf I con puerta corredera (1973)

Sin duda, es un ejemplar único del mítico Golf, cuya historia, además, no está del todo clara. Su origen es algo incierto, aunque algunas fuentes aseguran que se trató del primer Volkswagen Golf Mk1 jamás fabricado. En cualquier caso, seguro que ya te has percatado de por qué es una rareza, un clásico totalmente fuera de lo común.

Lo más interesante, y el hecho que lo convierte en una unidad única dentro de la historia de este modelo, es que en el lado del conductor cuenta con una puerta corredera. Una solución que hemos visto en turismos más recientes, como es el caso del Peugeot 1007 o el Ford B-Max, entre otros. En el lado del copiloto, eso sí, incorpora una puerta convencional.

Si bien no hemos sido capaces de encontrar información oficial de esta creación, por parte de la marca, todo apunta a que se trata de un proyecto del propio fabricante, antes del lanzamiento del modelo y, por tanto, no es obra de ningún carrocero o preparador externo a Volkswagen.

Se dice que se desarrolló en colaboración con la firma Lunke & Son (L&S), un proveedor de Volkswagen que se dedicaba a la fabricación de bisagras para los capós y puertas de los vehículos de la casa. Algunas fuentes indican que este prototipo pretendía buscar soluciones de cara al modelo de producción, si bien no está del todo claro el propósito del coche.

Sea como fuere, aquel coche basado en el Golf Mk1 lucía, además de la puerta corredera, algunos detalles que no llegaron finalmente al Golf de producción, como las manetas de las puertas o las manivelas para subir y bajar las ventanillas, que procedían de un Volkswagen Beetle de la época, el mítico Escarabajo.

En la actualidad, este coche tan especial forma parte de una colección igual de sorprendente, la del Museo Golfsrudel, en Austria, que pertenece a Josef Juza y que, además, resulta ser la más grande del mundo de modelos Volkswagen Golf, de todas las generaciones y tipologías. Desde luego, un sitio ideal para que descanse un ejemplar como este.