En el salón de Ginebra del año 2007, la firma japonesa presentaba el Honda Small Hybrid Sports, que además de una carrocería de corte coupé, anunciaba 4,0 metros de largo, 1,76 de ancho, 1,27 de alto, 2,35 metros de distancia entre ejes, una suspensión deportiva y el sistema híbrido IMA.
Hablamos de un prototipo que difería bastante del Civic híbrido de la época y que, en cierto modo, parecía adelantar una idea que acabaría convirtiéndose en realidad, unos años después: llevar a la producción un coupé híbrido, como era el Honda CR-Z.
Para ello, el desarrollo de este pequeño híbrido deportivo se llevó a cabo en el centro de investigación de Honda en Europa que, concretamente, se encuentra en Offenbach (Alemania).
Bajo el capó, este vehículo contaba con el sistema híbrido de la marca, conocido como IMA, que quedaba conformado por un motor de gasolina, con cuatro cilindros, y una segunda unidad eléctrica. Dichos elementos estaban complementados por una transmisión automática con variador continuo, denominada CVT, y un esquema de tracción delantera.
El ejercicio de estilo que se presentó en la cita helvética era realmente aerodinámico, pero al mismo tiempo, mostraba superficies curvas y alguna que otra forma más angulosa.
Más allá de la característica parrilla frontal, los estilizados faros o las llantas de aleación de 20 pulgadas, uno de los grandes rasgos característicos del Honda Small Hybrid Sports era la gran superficie acristalada de la que presumía, con un parabrisas panorámico que se extendía, sin interrupciones, hasta la zaga del vehículo.

Como anunciábamos al comienzo, el Honda Small Hybrid Sports no llegó a transformarse en un modelo de producción, aunque sí sirvió para reforzar la tecnología híbrida de la marca y para abrir camino al futuro Honda CR-Z, un coupé que llegaría a las calles en 2010.
Dicho modelo, que hoy en día es un híbrido olvidado, anunciaba 124 CV de potencia, que no aseguraban unas prestaciones a la altura de su imagen. Sin duda, una auténtica pena...