Tanto si eres amante de los vehículos clásicos, como si te gustan los coches más modernos, estamos seguros de que en tu memoria permanece la imagen del Citroën DS 21 Pallas. Lo que te voy a contar, solo podemos catalogarlo como una bonita historia.

Nos situamos en el concesionario Citroën de Reims (Francia), donde el pasado 23 de enero, Jacques Legendre, de 85 años, antiguo vendedor que trabajó durante 33 años para la marca de los chevrones, hizo entrega a su propietario de un vehículo sorprendente, rodeado de otros modelos más actuales del fabricante francés como los C3, C4 Cactus y C5 Aircross. Hablamos de todo un Citroën DS.

El feliz cliente que fue a tomar posesión del Citroën DS 21 Pallas Injection que ves en las imágenes es Jean-Pierre Quenardel. Para la ocasión, Jacques Legendre volvió a ejercer como comercial de la marca.

Hace años, Jacques vendió algunos DS, algo relativamente sencillo, debido a la cantidad de buenos argumentos que reunía el vehículo, con los que persuadía a sus clientes. El único inconveniente es que a cambio de tanta tecnología, el precio de compra de la época era bastante alto.

Sin embargo, el sistema de frenos de disco, una impresionante superficie acristalada, un enorme maletero y la innegable comodidad que aportaba su suspensión hidroneumática, terminaban de convencer a esos clientes indecisos.

La entrega de las llaves fue bastante simbólica, ya que su feliz propietario, Jean-Pierre Quenardel, es también la persona que restauró este DS. De hecho, Quedarnel dedicó más de 2.000 horas de trabajo a 'resucitar' este DS de 1970, comprado en las Ardenas hace cinco años, en un estado bastante parecido al de un naufragio.

Informático jubilado, Jean-Pierre pasó muchos días en los talleres de la asociación 'Les Belles Champenoises d'Epoque', donde renovó su coche con el objetivo de devolverle su antigua gloria, sin añadir nada superfluo. El objetivo era hacerlo tan hermoso como cuando se vendió por primera vez, hace más de 50 años.

Fuente y Fotos: France 3, Théo Wallyn