El tono negro de la fibra de carbono puede lucir demasiado siniestro en la carrocería de un coche, pero también se puede asociar a la elegancia e incluso a la radicalidad, según la manera en la que se trabaje este compuesto ligero.

El nuevo Porsche 935 2019 tiene todos los ingredientes para ser la estrella del fabricante con sede en Stuttgart, gracias a que combina exclusividad, tecnología y un excelente trabajo aerodinámico.

La base sobre la que se ha desarrollado es la de un deportivo como el Porsche 911 GT2 RS, aunque solo se han tomado prestados los elementos a nivel mecánico. No obstante, la carrocería se beneficia del uso masivo de fibra de carbono, reemplazado los paneles de acero y aluminio del también prestacional modelo en el que se inspira.

Además, su nombre es un más que claro homenaje al coche de carreras con el Porsche logró hacerse con la victoria en las 24 Horas de Le Mans de 1979.

Costará 700.000 euros y solo saldrán de fábrica 77 unidades, que los afortunados propietarios tendrán que disfrutar en sus garajes, en exhibiciones o en circuitos, ya que no estarán homologadas para circular por carreteras abiertas al tráfico.

Hablamos de un superdeportivo ligero, que marca en la báscula 1.379 kilos y que dispone de un propulsor de gasolina 3.8, biturbo, con seis cilindros opuestos y 700 CV de potencia, que se envían a la ruedas traseras, a través de la transmisión automática de doble embrague PDK, de siete velocidades.

Porsche 935, vestido de fibra de carbono para la ocasión

En el habitáculo, podemos encontrar un espacio que toma la esencia del mundo de la competición, con asientos de carreras con arnés de seis puntos de anclaje y un cockpit y un volante heredados del GT3 RS.

Obviamente, las 77 unidades no se desarrollarán con esta carrocería, con la fibra de carbono a la vista, pero lo que está claro es que cualquier mortal querría tenerlo 'descansando' en su garaje.

De hecho, en sus sueños ya lo está viendo...

Fuente: Porsche, vía Facebook