La indigna desaparición de Saab no hizo honor a su historia. Cuando General Motors se deshizo de ella, no pudo remontar el vuelo, hasta el punto de que ahora se enfrenta a un futuro poco esperanzador, como un coche eléctrico, de origen chino, al que no se le permite usar el logotipo tradicional de la marca sueca.
Más allá de este final infeliz, la firma nórdica vuelve a ser protagonista, en este caso, por una curiosa historia: el último Saab, un 9-3 Aero, se va a subastar a finales de año.
Cuando el consorcio chino National Electric Vehicle Sweden (NEVS) adquirió Saab Automobiles, siguió produciendo el 9-3 en la fábrica de Trollhattän, pero este proceso solo duró cinco meses. Este ejemplar de 2013 se fabricó para realizar pruebas de choque, pero al final nunca se utilizó.
Por lo tanto, técnicamente, es el último Saab nuevo. Monta un propulsor turboalimentado de gasolina, con 2,0 litros y 220 CV, y tan solo ha recorrido ¡cinco kilómetros!
En el Festival del Museo del Automóvil Saab, que se celebró este pasado fin de semana en Trollhattän, se exhibió el coche, antes de ponerse a la venta dentro de unos meses. Sin duda, se trata de un modelo de importancia histórica, así que estaremos ansiosos por ver si un entusiasta de Saab está dispuesto a pagar mucho dinero para añadirlo a su colección.
Volviendo al final de Saab, General Motors decidió venderla en 2008, una decisión que provocó la llegada de varias ofertas. Muchas empresas, como Koenigsegg, e incluso el gobierno chino, estaban interesados en ella, pero finalmente se vendió a Spyker Cars, el estrafalario fabricante de deportivos, en 2010.
Un año después, la empresa neerlandesa se declaró en bancarrota y, de nuevo, el futuro de Saab pendía de un hilo. En 2012, un consorcio chino conocido como National Electric Vehicle Sweden compró los activos de Saab con la intención de crear un 9-3 eléctrico. Sin embargo, en 2014, NEVS también pasó por dificultades financieras.

Desde entonces, la compañía asiática ha entablado nuevas asociaciones y tiene la intención de lanzar un 9-3 eléctrico en China, pero ya no llevará el nombre de la marca sueca. Como ya comentamos, es una historia muy triste, que convierte al 9-3 Aero de la subasta en el último vehículo de la 'verdadera' Saab.