En el mundo de las preparaciones artesanales, las hay de buen gusto y con un excelente rendimiento mecánico, y también existen las que no deberían salir nunca de los garajes en los que se concebieron. Dentro de esta última categoría, se encuentra este Hyundai Coupé transformado en un Bugatti Chiron.
El dueño no parece tener ningún tipo de complejo, a pesar de que el resultado es, como mínimo, de dudoso gusto. Con un simple vistazo a la fotografía, queda más que patente que el coche resulta muy estrafalario y nada Premium.
Por supuesto, podemos entender la atracción del propietario por uno de los hiperdeportivos más potentes del mercado, cuyo motor 8.0 W16, con cuatro turbocompresores, entrega 1.500 CV. Asimismo, es igualmente comprensible que esta persona no disponga de 2,5 millones de euros en su cuenta corriente, pero la transformación no llega al aprobado ni siendo benevolentes.
Es más, solo se puede adivinar que la copia es de un Chiron por la combinación cromática y el característico lateral, con la carrocería sobredimensionada en forma de 'C'. El resto, incluido el alerón totalmente desproporcionado, es cosecha propia (y desacertada) del creador.
Galería: Bugatti Chiron 110 ans Bugatti (el verdadero)
Ese alerón es más propio de un Koenigsegg One:1 que del propio Chiron, ya que el que posee el modelo 'real' tan solo se despliega a altas velocidades y, por supuesto, tiene un tamaño infinitamente menor.
Sin querer herir sensibilidades, propongo concertar una cita entre el creador de esta preparación y la famosa restauradora del Ecce Homo de Borja (Zaragoza). A lo mejor, de esa reunión surgen nuevos proyectos en común...