Meses atrás, ya nos hacíamos eco de los rumores acerca de la llegada de la nueva generación de los deportivos Toyota GT86 y Subaru BRZ, dos modelos que, desde 2012, son fruto de una colaboración entre ambas marcas.

Tras el lavado de cara llevado a cabo en 2017, todo apunta a que en 2021 podrían llegar a todos los mercados con importantes novedades, aunque, por el momento, no se ha hecho pública la información oficial.

Sin embargo, desde la edición australiana de Motoring, aseguran que una fuente anónima de Subaru les ha adelantado que los nuevos GT86 y BRZ evolucionarán hacia la plataforma TNGA, que ya incorporan los actuales Toyota Corolla, Toyota RAV4, Toyota Prius y Toyota Camry.

Al parecer, la arquitectura renovada de Subaru, denominada SGP (Subaru Global Platform), la del nuevo Impreza de quinta generación, no sería viable a la hora de desarrollar un automóvil de propulsión.

Por esta razón, resulta más que probable que el rumor sea cierto, aunque otra posibilidad es reutilizar la base actual, que es básicamente la del Impreza antes de su nuevo ciclo vital, que en este caso sí se vende en España, tras varios años de ausencia en nuestro mercado.

Las informaciones no oficiales también hablan de la posibilidad de que el concept Toyota GR HV Sports, presentado en el salón de Tokio de 2017, sea la inspiración de la versión definitiva de estos deportivos.

Aunque en su origen cuentan con carrocería tipo 2+2, en dicho prototipo puedes ver que se hace uso de una configuración targa o de techo extraíble. Esto es algo que todavía está por confirmar también, pero, desde luego, resulta lo más adecuado y efectivo en cuanto a mantener la rigidez de torsión en vehículos descapotables.

Toyota GR HV Sports

Además, todo lo anterior permitiría reducir el peso que tanto GT86 como BRZ marquen en la báscula, lo que sería un gran noticia, sumado a lo que ya os contábamos acerca de su mecánica.

Y es que, aunque en las fotos del prototipo del GR HV Sports veas un sistema de propulsión híbrido, nos decantamos por creernos el rumor de que el motor bóxer de 2,0 litros de cubicaje y 200 CV de potencia, dará paso a otro, también con cilindros horizontalmente opuestos, pero cubicando 2,4 litros y elevando su rendimiento.

Obviamente, no llegará a los 340 CV del Toyota Supra, pero es muy posible que el bloque esté turboalimentado, dejando atrás la actual mecánica atmosférica.

Quedamos a la espera de que los fabricantes nipones nos confirmen pronto lo que pasará con esta segunda generación.