En ocasiones, las apariencias engañan. En esta historia, sucede doblemente, tanto por el coche como por su dueño. Desde luego, nadie espera que un hombre de 75 años sea capaz de disfrutar al máximo de un Volkswagen Golf R... potenciado a 600 CV, el doble de caballería que el deportivo estándar.

Anteriormente, nuestro héroe particular fue dueño de un BMW M135i, con motor turboalimentado de 3,0 litros, seis cilindros en línea y 320 CV. Igualmente, lo potenció hasta superar los 500 CV. Tras un periodo de tiempo, decidió adquirir el Golf R, un vehículo de concepción distinta.

No en vano, el motor es un tetracilíndrico, de 2,0 litros y 300 CV (310 en el último restyling). Además, el BMW es de propulsión trasera, mientras que el Volkswagen cuenta con el sistema de tracción total 4Motion.   

Pero, como ya hemos advertido, este coche está lejos de ser un Golf R 'ordinario'. Gracias a la introducción de un segundo turbocompresor en el vano motor, de la compañía Turbonetics, el 'anciano' dispone de una potencia verdaderamente extraordinaria... para cualquier conductor, independientemente de la edad.  

Otras noticias interesantes:

¿Este turbo es bueno? "Cumple bien con su cometido", ha asegurado el propietario del automóvil. Hay que decir que la mecánica podría desarrollar aún más potencia, pero ha decidido dejarla en 600 CV para garantizar su fiabilidad a largo plazo.

El propulsor ha recibido otras mejoras, como un intercooler revisado, una nueva bomba de combustible y un escape de la casa Milltek, para que el Golf suene aún mejor. En general, los cambios adoptados en el Golf R no han sido especialmente complejos, teniendo en cuenta el increíble aumento de potencia logrado. 

De hecho, según explica nuestro protagonista, se ha gastado menos dinero en potenciar el Golf R que el M135i. Además, se muestra encantado con la transmisión de doble embrague DSG, reforzada, "pues cambia en un abrir y cerrar de ojos". 

No te pierdas el vídeo, porque demuestra que a este hombre le corre gasolina por las venas. Un 'petrolhead' digno de aplauso...