Durante décadas, Porsche ha hecho soñar a los aficionados al mundo del motor, construyendo increíbles superdeportivos. Y, desde hace un tiempo, la marca alemana ha decidido rememorar su historia, creando interesantes listas que muestran los modelos más brillantes de su historia.
En el 'top 5' que te mostramos hoy, Porsche aborda uno de los temas que más debates ha generado entre los aficionados a la marca: cuáles son los cinco motores, refrigerados por aire, más representativos de su historia. Y te advertimos de que no es una elección fácil, ya que estos propulsores han sido la seña de identidad de la compañía alemana durante décadas. De hecho, hasta la aparición de la generación 996 del Porsche 911, en 1997, todos sus modelos recurrían a estos propulsores.

¿Cuáles son los 5 mejores Porsche refrigerados por aire?
El piloto estadounidense Patrick Long es el encargado de presentar este vídeo, que arranca con el Porsche 356 B 2000 GS Carrera 2 Cabriolet, de 1962, que debe su nombre a su participación en la Carrera Panamericana. Estaba impulsado por un motor tipo bóxer, de 2,0 litros y cuatro cilindros, que desarrollaba 155 CV y con el que el coche aceleraba de 0 a 100 en 9,0 segundos... un registro espectacular en aquella época.
En cuarta posición, nos encontramos con el Porsche 804, el monoplaza de F1 más conocido de la compañía, ya que, con él, consiguió sus dos únicas victorias en Formula 1, en 1962. De esta forma, la firma alemana rinde homenaje a su piloto, Dan Gurney, fallecido el pasado mes de enero. Tan solo se ensamblaron cuatro unidades, todas ellas impulsadas por una mecánica bóxer, de 8 cilindros, con 185 CV de potencia.

El tercer escalón del podio pertenece al Porsche 911 Turbo, de 1995, perteneciente a la generación 993, la última refrigerada por aire. Equipaba una mecánica de 3,6 litros de cilindrada que, por primera vez en la marca, se combinó con dos turbocompresores, para desarrollar 408 CV. Más adelante, llegaría la versión Turbo S, con 450 CV de potencia.
En segunda posición nos encontramos con el Porsche 908/03 de 1970, de competición. Sin duda, un gran coche, que combinaba un motor bóxer de ocho cilindros, de 370 CV, con un peso de 545 kilos.


Pero si hay un modelo que se lleva la palma en este 'top 5', ese es la versión alargada del Porsche 917 LH, de 1971, que estaba dotado de una descomunal mecánica de 4,9 litros y 12 cilindros, que desarrollaba 600 CV de potencia. Gracias a ella, alcanzó 386 km/h en las 24 Horas de Le Mans. ¿No es increíble?