A comienzos de la década de 1960, Jaguar reflexionó sobre la idea de competir con un vehículo equipado con un motor V12, ubicado en posición central, convencidos de que sería todo un avance en materia de diseño y tecnología. Sin embargo, los fantasmas de la tragedia sucedida en Le Mans en 1955 y otras prioridades del fabricante de automóviles inglés convirtieron al Jaguar XJ13 en el modelo de competición más bello de la historia... que nunca llegó a correr.

Jaguar XJ13
Jaguar XJ13
Jaguar XJ13

Los planes de desarrollo de este modelo se mantuvieron, durante años, guardados en el cajón de algún alto directivo de la marca, que no estaba muy convencido de avanzar en la fabricación de este automóvil. De este forma, hasta 1964, no se tomó la decisión de propulsar al vehículo con un motor V12, de 5,0 litros de cilindrada, que desarrollaba una potencia máxima de 502 CV. Instalado en posición central, el bloque formaba parte de la estructura del vehículo, al igual que sucedía con la caja de cambios manual, de cinco velocidades.

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La carrocería de aluminio del Jaguar XJ13 fue obra de Malcolm Sayer, que provenía de la empresa aeronáutica Bristol Airplane Company y que le dio ese aspecto tan aerodinámico al modelo inglés. Este coupé de escasa altura ofrecía una mínima resistencia al aire, un detalle fundamental para conseguir una elevada velocidad máxima en la recta de Mulsanne y, como consecuencia, optar a la historia en Le Mans.

Jaguar XJ13

Jaguar XJ13, el rival del Ford GT40 en Le Mans

David Hobbs, piloto de carreras talentoso y exaprendiz de Jaguar, comenzó las pruebas en pista con el XJ13, en 1966. Consiguió establecer un récord de vuelta rápida no oficial en el circuito de Mira, en 1967. El coche era indudablemente rápido. Sin embargo, cuando comenzaron a efectuarse las pruebas a máxima velocidad, con la ayuda de su compañero, el piloto Richard Attwood, se hizo evidente que estaban por detrás del ritmo que marcaba el nuevo Ford GT40 de la época.

Además, los reglamentos que se estaban estudiando apuntaban a una restricción en el cubicaje de los motores a 3,0 litros; motivo que llevó a Jaguar a abandonar, definitivamente, el proyecto.

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No obstante, el aprendizaje adquirido durante el desarrollo del programa de competición fue utilizado en el desarrollo del motor V12 de Jaguar para sus vehículos de calle. Lamentablemente, el XJ13 no pudo evolucionar con la rapidez exigida por la elevada competitividad de la época.

Jaguar XJ13
Jaguar XJ13

Por motivos inexplicables, el automóvil permaneció almacenado en alguna nave de Jaguar, acumulando polvo, hasta que fue requerido para alguna promoción del E-Type V12. El piloto oficial de pruebas de la marca británica, Norman Dewis, se puso al volante para la grabación llevada a cabo en la pista de Mira.

En contra de las indicaciones del director de Jaguar, Dewis aumentó el ritmo para ser filmado por las cámaras y, en ese momento, uno de los viejos neumáticos se desintegró, provocando el accidente del automóvil. Tras varias vueltas de campana, al final quedó reducido a un amasijo de hierros, aunque afortunadamente, Norman Dewis sobrevivió al impacto. Por su parte, el coche quedó en un estado lamentable. 

Lo que quedaba del XJ13 permaneció durante años en un taller de Jaguar, hasta que un chapista de la marca, llamado Edward Loades, vio el coche y se ofreció a restaurarlo, utilizando los planos y algunas piezas originales. Aquel encomiable esfuerzo por salvar el XJ13 quedó suficientemente amortizado y, en la actualidad, este prototipo todavía hace alguna que otra aparición pública, con motivo de algún acto oficial del fabricante inglés.

Las estimaciones apuntan que el valor actual del vehículo podría superar los siete millones de libras (casi ocho millones de euros).

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