Seguro que muchos recordáis al último superdeportivo de Lexus. Se llamaba LFA y se fabricaron 500 unidades, entre los años 2010 y 2012. Este modelo recurría a un motor V10 atmosférico, de 4,8 litros de cilindrada y 560 CV. Con él, alcanzaba 325 km/h de velocidad máxima y paraba el cronómetro en 3,7 segundos, en la prueba de aceleración de 0 a 100. Sin duda, supuso un modelo diferente a los que hoy copan la gama del fabricante asiático, todos con variantes híbridas.
Desde su desaparición, surgieron muchos rumores acerca de un posible sucesor. Hasta la fecha, Lexus lo negaba categóricamente, pero parece que se ha producido un cambio de rumbo, según nos apuntan nuestros compañeros de Motor1.com en Estados Unidos. Así parece, si se tienen en cuenta las palabras de Jeff Bracken, vicepresidente del Grupo Lexus, que reveló esta semana, en el marco del salón de Detroit 2018, que la compañía necesita un nuevo coche que sirva de estandarte.
No solo eso, también explicó que los concesionarios de los países económicamente fuertes continúan pidiendo un sucesor del LFA y la empresa presta atención al "alto número de solicitudes" sobre el tema. Una segunda generación o un nuevo superdeportivo "no son puertas cerradas".
Eso sí, no es un proyecto que corra prisa. De momento, está aparcado y a la espera de discusión en las altas esferas de la multinacional. Ahora mismo, Lexus se encuentra embarcada en otro tipo de vehículos. Por ejemplo, en el nuevo LX para Estados Unidos, cuyo probable adelanto lo hemos visto a través del prototipo LF-1 Limitless Concept, en Detroit.
Mientras tanto, también Toyota contempla un superdeportivo, como quedó patente la semana pasada con el GR Super Sport Concept, un modelo híbrido con 1.000 CV, derivado del TS050 Hybrid que compite en el Mundial de Resistencia (WEC). Ojalá tanto Lexus como Toyota produzcan nuevos modelos de altas prestaciones.
Fuente: CarBuzz